La dirección y el comité de Android volverán a reunirse hoy para intentar desatascar la negociación del nuevo convenio colectivo. El encuentro de más de cuatro horas celebrado ayer en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) no arrojó grandes avances y las partes mantuvieron sus posiciones inalterables. Al menos, la compañía y los representantes sindicales han regresado a la mesa de negociación, algo que parecía casi imposible cuando la auxiliar de Opel, la mayor de todas las que trabajan dentro de la planta de Figueruelas con unos 450 trabajadores, planteó la inaplicación del convenio. Finalmente, la dirección retiró esta propuesta, lo que permititó desconvocar los paros parciales.

Ahora, la empresa ofrece congelación salarial para los próximos cinco años, una oferta «insuficiente» para la mayoría del comité, que al menos reclama una subida anual del IPC.

Por otra parte, la empresa mantiene el resto de recortes, como la nueva escala salarial a convenio metal, los tres días más de trabajo y cuatro menos de vacaciones (al reducirse las pausas cinco minutos por día), o la eliminación de complementos. Además, para adaptarse a los turnos adicionales anunciados ya en Opel, la firma reclama trabajar 20 jornadas adicionales con una compensación del 1,25% o crear un cuarto turno rotatorio para trabajar viernes noche y sábado mañana. Para ello, el comité considera necesario realizar nuevas contrataciones.

La dirección de Android, dedicada al montaje de puertas, salpicaderos y suspensiones en la planta de Figueruelas, justifica sus pretensiones de devaluar salarios en la exigencia de Opel de reducir los costes. Concretamente, la matriz ha requerido a las auxiliares que trabajan dentro de la fábrica zaragozana un recorte de gastos de en torno al 20% para poder optar a nuevos contratos. Opel está muy pendiente de la negociación de Android, ya que cualquier huelga o paro parcial obligaría a detener su producción.