El primer problema social que deberá resolver Rosell es el bloqueo de la negociación que desde hace meses mantiene la patronal con UGT y CCOO para un nuevo acuerdo marco que marcará la negociación colectiva en los próximos tres años. El principal escollo es la subida salarial que piden los sindicatos en vista de que el Gobierno dice que la recesión ha acabado. Sin embargo, Rosell se opone a superar el incremento del 0,60% que registran los convenios firmados este año. UGT le reclamó que se pronuncie a favor del incremento del salario mínimo tras una pérdida de cinco puntos de poder adquisitivo.