Pasadas las seis de la tarde de ayer, en algunas oficinas de CAI en Zaragoza seguía habiendo empleados apurando tareas de trabajo. Prácticamente toda la plantilla tuvo que hacer horas extra. El motivo no era otro que el estreno de la plataforma tecnológica de Ibercaja en las sucursales y cajeros de Caja3, el grupo bancario del que formaba parte Caja Inmaculada, junto con Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos. Un proceso técnicamente complejo que no estuvo exento de largas esperas en ventanilla y algunas incidencias que se fueron solventado a lo largo de la jornada.

"Nos hemos sentido como becarios en su primer día de prácticas", explicaba una trabajadora. Y es que, los 2.000 empleados provenientes del grupo absorbido vivieron su primer día de trabajo con un nuevo sistema informático que ha modificado sus usos y costumbres a la hora de operar. El debut provocó los nervios lógicos del principiante, más en un lunes, que es de los días de más afluencia en las oficinas bancarias. Por si fuera poco, había una sobrecarga de trabajo adicional porque ayer era también el último día para pagar a Hacienda los impuestos trimestrales de los autónomos, lo que provocó algunos fallos.

La concatenación de todos estos factores ralentizó las operaciones, lo que provocó filas de clientes y esperas de hasta una hora en algunas oficinas. También hubo problemas técnicos en la banca electrónica que no pasaron a mayores.

Desde la entidad reconocieron que fue un día "muy intenso", con más afluencia de publico del habitual, por lo que agradecieron el "gran esfuerzo de los profesionales, que asumían una operatoria nueva", así como la comprensión de los clientes. Gracias a ello, apuntaron, "se minimizaron las incidencias". Para los sindicatos (UGT, Asipa y CCOO), las anomalías fueron las "normales" en un estreno así. "Los trabajadores se han sacrificado y han estado a la altura", recalcaron. Por ello, confiaron en que la entidad sea "sensible" y "compense" a la plantilla por todo el trabajo extra desarrollado en los últimos meses.

Los empleados procedentes de Caja3 han tenido que resetear sus conocimientos informáticos para adaptarse a los programas informáticos de la que es desde hace un año y medio su nueva empresa, Ibercaja. Llevaban más de seis meses preparándose para este día, con cursos on line y clases prácticas con los que se han adiestrado en el manejo del sistema informático. Un proceso de formación que han llevado a cabo fuera de su horario laboral y con el "apoyo" y "ayuda solidaria" de los empleados de la Ibercaja, destacaron fuentes de la plantilla.

Así las cosas, ayer clientes y empleados tuvieron que armarse de paciencia para superar los inconvenientes propios de este tipo de cambios informáticos, una operación que ha supuesto la migración durante el pasado fin de semana de 500 millones de datos de los clientes de Caja3 a Ibercaja en 1.400 procesos informáticos diferentes. Con esta unificación de sistemas, desde cualquiera de los 6.621 terminales (ordenadores) del grupo se prestan los mismos servicios y se pueden contratar idénticos productos. También se han homologado las prestaciones de los 1.608 cajeros de que dispone la red y los clientes de la banca on line de Caja3 se han incorporado a Ibercajadirecto.com.

De IBM a Arco

Los clientes de CAI que ayer se acercaron a sus oficinas apenas notaron cambios, al margen de que recibieron una nueva cartilla con la imagen corporativa de Ibercaja. La mayoría de las modificaciones se producen de forma automática, sin que ellos tengan que intervenir, como el traspaso de contratos de Caja3.

En el plano técnico, las oficinas de CAI han dejado de funcionar con la plataforma tecnológica de IBM (antigua ATCA) a utilizar el sistema propio de Ibercaja, denominado Arco, del que son proveedores las empresas de servicios GFT y San Valero. Como consecuencia de este cambio, queda pendiente de resolver el futuro de los 45 trabajadores del centro de IBM de Zaragoza que prestaba esos servicios.