La firma finlandesa Nokia continúa buscando su lugar en el nuevo ecosistema de los teléfonos móviles. La compañía ha abierto hoy el Mobile World Congress de Barcelona con el anuncio de sus primeros móviles basados en Android, aunque estos incorporan los servicios de Microsoft y Nokia.

La familia X estará compuesta por tres dispositivos: el Nokia X (pantalla IPS de 4 pulgadas y cámara de 3 megapíxeles), el X+ (optimizado para el contenido multimedia), y el Nokia XL (5 pulgadas de pantalla, cámara frontal de 2 megapíxeles y trasera de 5). Todos llevan chip Snapdragon de doble núcleo Qualcomm y admiten dos tarjetas SIM sumultáneas. Además, se pondrán a la venta en varios colores en busca de captar el público joven y de mercados emergentes: su precio será de 89, 99 y 109 euros, respectivamente.

Los teléfonos están construidos sobre Android, pero no es Android puro de Google. El usuario tendrá en algunas funcionalidades la sensación de usar Android, pero Nokia ha incorporado su capa de software y servicios, de manera que por ejemplo las aplicaciones serán de Nokia Apps y los mapas, los Here de Nokia. Además, el aspecto del menú recuerda a Windows Phone con sus ya populares 'tiles'.

Nokia, además de la familia X, ha presentado otros dos terminales ultrabaratos: el Asha 220 y el Asha 230. El primero tiene pantalla a colos de 2,4 pulgadas y teclas físicas, y permite acceder a servicios como Facebook o Twitter de manera simple. Su precio será a partir de 29 euros. Mientras, el Asha 230 es un terminal táctil que se venderá a partir de 45 euros.