La compañía aérea Norwegian cerró su ejercicio de 2018 con unas pérdidas de 150 millones de euros, lo que supone un descenso del 19% de sus beneficios respecto al ejercicio anterior, a pesar de haber incrementado sus ingresos un 30% respecto a 2017 (con 4,128 millones de euros). La aerolínea alude a "varios desafíos imprevistos" como el motivo de esas malas cifras, entre ellos, la fuerte competencia, el alza en los precios del combustible y los problemas de los motores Rolls-Royce de sus aviones Dreamliners que les obligó a arrendar aparatos con tripulación para "evitar retrasos y cancelaciones en vuelos intercontinentales".

No obstante, Norwegian asegura que ya ha llegado a un acuerdo con el fabricante de los motores, que tendrá un efecto positivo en 2019. "La operación del Dreamliner funciona ahora sin contratiempos, y no prevemos que los problemas en los motores vayan a afectar a nuestro servicio en el futuro", agrega la aerolínea en un comunicado.

El objetivo de la compañía para el 2019 es "volver a ser rentables" y para ello ya han tomado una serie de iniciativas para reducir costes y aumentar ingresos. "Vamos optimizar la estructura de las bases y la conectividad de las rutas. Como ya habréis visto, hemos cancelamos rutas y cerrado algunas bases, y eso forma parte de una fase temprana, probablemente vamos a ver mucho más de eso en el futuro", avanzó el director financiero, Geir Karlsen, en su conversación con los analistas, en la que también señaló su intención de desinvertir en aviones y aplazar entregas.

'Azafatos' y pilotos españoles en pie de guerra

Del total de su facturación, 580 millones de euros corresponden a España (26% más que en 2017), lo que sitúa al mercado español como el tercero en ingresos, por detrás de Noruega y de Estados Unidos. Sin embargo, Norwegian anunció en enero el cierre de tres de sus ocho bases españolas (Palma de Mallorca, Gran Canaria y Tenerife). Algo que no ha gustado a sus trabajadores españoles que amenazan con huelgas si la 'low cost' no justifica cuáles son las causas objetivas que motivan el cierre de bases y se sienta a negociar con ellos para evitar despidos.

Así lo han apuntado tanto los tripulantes de cabina de la compañía, liderados por los sindicatos USO y Sitcpla, como los pilotos, representados por Sepla, los tres han sido citados este viernes para la apertura del procedimiento colectivo con la empresa. Tanto unos como otros denuncian que Norwegian ha abierto un proceso irregular de traslados voluntarios "para ahorrarse costes en el procedimiento legal" y amenazan con paros.