Hispano Aragonesa de Carrocerías (HAC) ya está constituida. La sociedad anónima laboral (SAL) impulsada por extrabajadores de la extinta planta de Tata Hispano, que echó la persiana hace varios meses, formalizó ayer su tramitación. Cuenta con 10 socios fundadores, que han aportado el capital (15.000 euros) necesario para su creación, y un consejo de administración formado por cuatro miembros.

Cuando la empresa empiece su actividad, algo que prevé hacer en la segunda parte del año, se irán incorporando como socios el resto de extrabajadores de Tata Hispano que apoyan la iniciativa (en total, 102 personas). Todos ellos capitalizarán el desempleo para aportar a la nueva sociedad 15.000 euros cada uno.

En próximas fechas, HAC iniciará la negociación con Tata Motors, clave para que se materialice el proyecto, a fin de que ceda las instalaciones y las licencias para la producción de tres modelos de autobuses.