El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó ayer que "ahora toca" bajar los impuestos con una reforma fiscal que entrará en vigor el 1 de enero del 2015 y que favorecerá a las familias y los discapacitados, estimulará el ahorro y promoverá la contratación de trabajadores y la competitividad de las empresas españolas.

Durante la sesión de control al Gobierno y en respuesta a una pregunta del diputado de CiU Josep Sánchez-Llibre, Rajoy volvió a justificar las subidas que hizo de IVA e IRPF en la difícil coyuntura que presentaba España cuando llegó al poder. "Yo he subido muchos impuestos", admitió el presidente, "pero es que nadie se encontró el país en la situación que me lo encontré yo".

No obstante, destacó que evitó las pretensiones de quienes "y no precisamente con poco poder" querían que se subiera el IVA de restaurantes y hostelería al 21%, en lugar de dejarlo en el 10%, así como elevar impuestos a los emprendedores.

Rajoy explicó que la reforma que ahora prepara el Gobierno irá "en la línea de lo que hemos hecho en la ley de emprendedores", donde hay una tributación de Sociedades de nueva creación a tipo reducido del 15%, reducción del 20% en los rendimientos netos para autónomos que inicien actividades económicas, exención completa para los autónomos en el IRPF por las prestaciones por desempleo, y otras medidas similares.

COMISIÓN DE EXPERTOS

El presidente recalcó que a finales de febrero la comisión de expertos creada al efecto entregará al Gobierno sus recomendaciones, y tras su análisis se presentará un proyecto de ley ante las Cortes Generales.

"Esa nueva ley entrará en vigor el 1 de enero de 2015 y comenzará la bajada de impuestos, que era, efectivamente, aquello a lo que yo me había comprometido con los españoles", reconoció Mariano Rajoy.

El nuevo sistema se basará en cuatro características: mayor simplicidad; suficiencia para poder ejercitar las competencias que las leyes atribuyen a los poderes públicos; la promoción del desarrollo económico a través de la creación de empleo y la internacionalización de empresas; y el desarrollo social de familias, personas discapacitadas y del ahorro. Además, el Ejecutivo quiere establecer una fiscalidad que no perjudique la contratación sino que la "estimule y favorezca" la creación de nuevos empleos y que mejore la recaudación de las arcas del Estado.

Rajoy aseguró también que la reforma fiscal será más equitativa y favorecerá la lucha contra el fraude Al respecto, recordó que en dos años (2008 y 2009) en España se perdieron 70.000 millones de euros, 15 veces más que la media de la Unión Europea (UE), una cantidad que no han "logrado" recuperar, ha admitido, por lo que "necesitamos un sistema más equitativo y neutral y mejorar la inspección".

El presidente señaló que esta reforma fiscal permitirá un modelo tributario "más sencillo que ahora", aportará mayor suficiencia para que los poderes públicos puedan ejercer sus competencias, promoverá el desarrollo económico, la creación de empleo y la internacionalización empresarial.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Por su parte, el diputado Sánchez Llibre acusó a Rajoy de ser el presidente del Gobierno que más impuestos ha subido a las familias "a pesar de que prometió bajarlos" y le afeó el haber puesto en marcha una política fiscal "confiscatoria" y que "perjudica" a las familias y las clases medias y bajas.

Así, le exigió un "cambio radical en la política fiscal y tributaria" y le preguntó "para cuándo" una rebaja del IRPF, el IVA cultural al 10%, y situar a las pymes "como instrumento de generación de riqueza y empleo, en vez de meros contribuyentes" a la hacienda pública.