Nueva Rumasa, el grupo de la familia Ruíz-Mateos, pidió el concurso de acreedores de Cacaolat --entre otras empresas de su propiedad-- a comienzos del 2011. Un año después, Cobega (embotelladora de Coca Cola), la cervecera Damm y su socio --el fondo Victory Turnaround-- compraron el fabricante de batidos. Tras una disputada subasta, el juez aceptó su oferta de 130 millones de euros (de los cuales 75 millones fueron el precio abonado por la empresa) para enjugar el pasivo de 30 millones de la histórica marca de batidos, pagar las hipotecas pendientes, invertir 62 millones en una nueva fábrica de Santa Coloma de Gramenet y volver a poner en marcha la de Zaragoza, aunque esta finalmente fue cerrada. La compañía incrementó su cifra de ventas un 30% el año pasado, hasta los 45 millones de euros.