Con la entrada en vigor del nuevo sistema de precios el pasado 1 de abril, las compañías que comercializan tarifas reguladas, ante llamadas comercializadoras de último recurso, pasan a ser comercializadoras de referencia (Endesa, Iberdrola, Gas Natural, E.ON y EDP, a las que se sumarán otras más). Estas eléctricas tienen, a su vez, filiales comercializadoras en el libre mercado que compiten con otras que adquieren la energía a los productores y se la venden a los consumidores. Sus ofertas apenas permiten ahorrarse unos euros al año, cuando no son incluso más caras que la tarifa regulada. La tarifa de último recurso (TUR) equivale ahora al bono social y lo que antes era la TUR se llama precio voluntario del pequeño consumidor (PVPC).

Aunque el cambio se basa en que el cliente de tarifa regulada pague por el precio horario, esta modalidad solo se aplicará a quienes tengan contadores inteligentes y conectados de la forma adecuada. El resto estarán sujetos a los precios basados en la pauta de consumo media de los hogares. Eso deberá ser así como máximo a partir del 1 de julio. El usuario siempre podrá acogerse al precio fijo anual que están obligadas a ofrecer las comercializadoras de referencia.