El regreso al curso económico tras el parón veraniego arranca esta semana despejado de grandes incógnitas y con los mercados financieros en calma a pesar de la inestabilidad de Francia y de las malas cifras de crecimiento económico en la zona euro. El Gobierno español respira tranquilo en materia económica por primera vez desde que en verano del 2012 se vio obligado a solicitar el rescate de la banca española con un crédito de hasta 100.000 millones de euros, del que finalmente se dispusieron 42.000 millones.

Desde entonces, los consejos de ministros de los viernes se convirtieron en un desfile de reformas económicas alineadas con los compromisos de austeridad adquiridos con Bruselas y los hombres de negro de la troika. La última de gran calado, la reforma fiscal, dejó fuera la financiación autonómica --un melón que el Gobierno no quiere abrir en periodo electoral--, y le permitió presentar un pulso a los socios europeos: aprobó una discutible bajada de impuestos, que entrará en vigor en el 2015, año electoral, y reducirá la recaudación en 9.000 millones de euros en dos años.

Ahora, con el bono español a diez años marcando mínimos históricos y la prima de riesgo (diferencial del bono español con el alemán) en 131 puntos básicos, el Ejecutivo considera que sus principales preocupaciones vendrán por el lado de la política, especialmente ante el movimiento soberanista de Cataluña.

El gabinete económico de Mariano Rajoy cree que en materia económica los deberes están hechos, aunque la inestabilidad producida por el conflicto entre Rusia y Ucrania y el polvorín en el mundo árabe podrían complicar la recuperación, sobre todo si hay presión sobre los precios del petróleo. No obstante, la calma de los mercados ha permitido que, desde el comienzo del año, el Tesoro haya captado 100.343 millones de euros, cifra que supone el 77,6% de la previsión de emisión incluida en la estrategia para 2014.

Con estos mimbres, el Gobierno se centrará a partir de esta misma semana en la elaboración de los presupuestos generales del Estado para el 2015, que se presentarán a finales de septiembre. La revisión al alza del PIB para el 2014 (1,5%) y para el 2015 (2%), que avanzó el ministro Luis de Guindos el pasado fin de semana, es una de las bazas con las que cuenta el Ejecutivo para compensar los menores ingresos en el 2015 por la rebaja de impuestos, que será efectiva a partir del próximo enero.

En materia económica, queda tan solo pendiente la reforma de los servicios profesionales y la elaboración más detallada del plan de internacionalización de la economía española, con el que se busca dar la vuelta a la desaceleración de las exportaciones registrada en el último trimestre.

'MACRODECRETO' Y este mismo jueves, la Comisión de Economía del Congreso aprobará el proyecto de ley de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, que procede del macrodecreto presentado por el Gobierno a principios de julio, tras dos sesiones de debates parlamentarios y antes de remitirlo al Senado para que continúe su tramitación. Esta paquete de medidas que se presentó el pasado julio incluye cambios en el empleo --introduce bonificaciones para la contratación de jóvenes--, medidas fiscales relativas a la retención a los autónomos, la reducción de las comisiones por el uso de tarjetas de crédito, o la apuesta por inyectar más fondos en el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Al finalizar la sesión del jueves, los miembros de la Comisión de Economía votarán todas las enmiendas presentadas por los diferentes grupos políticos y el conjunto del proyecto de ley para aprobarlo y, dado que tiene competencia legislativa plena, el texto será remitido automáticamente al Senado para continuar su tramitación, que se rige por la vía de urgencia, lo que acorta los plazos a la mitad, a pesar de que sus medidas están en vigor desde el pasado 4 de julio, cuando el decreto fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).