A partir del martes que viene la luz se pagará conforme a su evolución en el mercado. El Gobierno ha aprobado el real decreto que establece el nuevo sistema para las tarifas reguladas que tienen casi 17 millones de consumidores. Con los cambios, los usuarios se habrán ahorrado en el primer trimestre de este año unos 500 millones de euros, según el ministro de Industria, José Manuel Soria.

De esta suma, unos 300 millones corresponderán a lo que las eléctricas deberán devolver al ser el precio real del mercado inferior (26 euros por megawatio y hora) al fijado de forma transitoria por el Gobierno entre enero y abril. El retorno se producirá como máximo en agosto. El resto hasta llegar a 500 millones corresponde al sobreprecio que se pagaría de mantenerse el sistema de subasta trimestrales, que implicaban costes por coberturas de riesgo en el precio.

Soria ha asegurado que la nueva modalidad incrementará la competencia. En este sentido, para poder constituir una comercializadora no habrá que tener un mínimo de 100.000 clientes como hasta ahora, sino de 25.000. Las compañías dispondrán hasta el 1 de julio para adaptarse al nuevo sistema de facturación que, en todo caso, entrará en vigor el 1 de abril.

La gran revolución, que es la fijación del precio por horas, solo la podrán disfrutar quienes disponen de un contador inteligente y que además esté programado para ello. Las compañías tienen hasta el 2018 para renovar todo el parque. La otra modalidad será el precio horario promedio cada dos meses, que lo establecerá Red Eleéctrica (REE), y al que se tendrán que acoger la mayoría.

Además, las compañías tendrán la obligación de ofrecer un contrato estándar anual con precio fijo y también podrán optar por un precio bilateral derivado de la negociación libre entre el comercializador y el consumidor que eventualmente puedan realizar. Industria decidió poner en marcha el nuevo sistema después de anular en diciembre la última subasta de energía Cesur y fijar una subida transitoria del 2,3% en enero.