La OCU instó este miércoles al Gobierno a que considere el coronavirus causa de fuerza mayor para anular cualquier viaje contratado sin costes para el usuario. El Ministerio de Consumo ha eludido hasta ahora aclarar si el brote internacional es una circunstancia extraordinaria que permite no pagar gastos de cancelación. En el marco de esta situación de duda, la mayoría de las empresas están restringiendo sus viajes de empresa y los particulares también, pero en su mayoría tienen que asumir los costes de cancelaciones.

Según afirmó la semana pasada la patronal de agencias de viajes Acave, "las agencias de viajes están tramitando con normalidad reservas de viajes para todos los destinos del mundo, excepto China, Irán y algunas zonas de Corea del Sur, y los municipios italianos. Estos son los únicos destinos en los que el Ministerio de Asuntos de Exteriores español ha recomendado no viajar como consecuencia del coronavirus y que por lo tanto serán considerados como casos de fuerza mayor para cancelar un viaje contratado previamente".

La OCU critica que el Ministerio de Consumo ha hecho pública una nota de prensa sobre los derechos de los consumidores cuyos viajes pueden verse afectados por el coronavirus que es "decepcionante" pues no considera específicamente que la amenaza del coronavirus sea una causa de fuerza mayor que permita a los consumidores cancelar los viajes contratados sin afrontar las consecuencias económicas.

Para la organización de consumidores, el ministerio olvida señalar que "la existencia del coronavirus no se somete a la voluntad de las partes y es externa al contrato, características determinantes de la fuerza mayor".

Para la OCU el miedo insuperable de muchos consumidores a contraer la enfermedad en sus viajes de ocio, o a quedarse aislados lejos de sus domicilios es una razón más que suficiente para cancelar por razón de fuerza mayor las reservas efectuadas. Y como no se trata de una cancelación voluntaria, sino una decisión motivada por la presencia de la enfermedad y la incertidumbre sobre las consecuencias personales y económicas que puede tener un contagio, debería ser eximida del reembolso del coste de estancias y viajes.

En estos momentos, los consumidores, según la OCU, "se ven obligados a cumplir sus contratos y realizar un viaje de ocio que en realidad no desean hacer, por no perder en muchos casos la totalidad del dinero pagado por adelantado".

La OCU recomienda a todos aquellos consumidores que se ven obligados a cancelar un viaje de ocio a cualquier zona, por motivo del coronavirus, que indiquen claramente que la cancelación se debe a circunstancias de fuerza mayor y guarden toda la documentación donde se recoja la negativa a proceder a la cancelación y los gastos ocasionados para, en el futuro, y a la vista de la evolución de los acontecimientos, poder reclamar judicialmente si es necesario la devolución de estas cantidades.