Se acabó la travesía por el desierto de Opel España. Tras varios años de caída en las ventas del sector del automóvil por la crisis económica y de importantes ajustes en la plantilla, la dirección de la fábrica de Figueruelas se comprometió ayer a no aplicar nuevos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en la factoría aragonesa, a partir del próximo 31 de julio, fecha en la que expira el ERE vigente en la actualidad. Así se acordó en la reunión que mantuvieron ayer la dirección y los representantes sindicales en un encuentro de la comisión permanente.

El incremento de los pedidos y unas previsiones de producción que hablan de unos 315.000 vehículos fabricados este año han permitido despejar el horizonte, por lo que Opel España inicia ahora un punto de inflexión que tendrá su reflejo en el lanzamiento de dos nuevos modelos en Figueruelas: el Mokka, el 26 de agosto, y el nuevo Corsa en el mes de noviembre. Ese aumento de actividad y la necesidad de adecuar las naves a las necesidades productivas del segundo modelo ha permitido aparcar los ERE definitivamente.

Hasta el 31 de julio, la factoría solo dejará de fabricar tres días (los últimos días del ERE vigente todavía). Serán el 7, el 14 y el 21 de julio solo en la línea del Meriva, ya que la del Corsa no tiene previstos ceses de actividad. Además, la dirección y los sindicatos acordaron ayer fijar como vacaciones colectivas los días 5, 6 y 7 de noviembre, así como el 22 y 23 de diciembre, que se sumarán al periodo vacacional ya fijado previamente entre los días 4 y 25 de agosto.

Aunque no es previsible, si hubiera necesidad de ajustar la producción, ambas partes se dotarán de mecanismos para evitar nuevos ERE. Así, se podría poner en marcha el acuerdo sobre jornada flexible que da la posibilidad de aplicar paros técnicos.

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