Opel España ya indicó que afronta el nuevo convenio colectivo con la flexibilidad como eje central de las negociaciones y ayer lo volvió a demostrar. La dirección puso encima de la mesa la posibilidad de que la línea 1 de la planta de Figueruelas, la que fabrica el Aircross, el Crossland y el Mokka, funcione seis días a la semana a partir del 3 de febrero. Así se lo comunicó a los sindicatos en una nueva reunión de la mesa del convenio colectivo. La dirección considera que solo así se podrá alcanzar las cifras de producción previstas. La línea del Corsa, eso sí, mantendría con su calendario habitual.

La semana pasada, en la primera reunión, Opel España ya planteó el incremento de los turnos semanales en la factoría hasta un total de 18 (seis días a tres turnos cada uno), lo que deja la puerta abierta a la posibilidad de que la plantilla pueda trabajar todos los sábados del 2018.

Los sindicatos ya han advertido que no van a negociar todos los aspectos del convenio antes de conocer el denominado plan de los 100 días, que Opel anunciará durante la primera semana de noviembre.

Este plan, que persigue hacer rentables todas las factorías de Opel en el viejo continente en el 2020, será aplicado paulatinamente, aunque las primeras medidas ya comienzan a trascender. Así, el grupo PSA tiene previsto suprimir alrededor de 400 puestos de trabajo en la planta de Opel en Ellesmere Port (Inglaterra), con el objetivo de elevar su competitividad.

Por otra parte, ayer se conocieron los resultados de General Motors del tercer trimestre. El grupo perdió 2.981 millones de dólares, frente a los 2.773 millones de beneficios en el 2016, debido a los costes de la venta de sus operaciones en Europa. GM afirmó que en el tercer trimestre tuvo que asumir un cargo total de 5.400 millones de dólares por la venta de Opel/Vauxhall al grupo francés PSA. Sin contar estos costes, los beneficios de sus operaciones existentes se redujeron a 115 millones de dólares, el 95,8% menos.