Opel ha alcanzado un acuerdo con el comité de empresa y el sindicato IG Metall sobre un plan de inversiones y medidas de garantía laboral en sus plantas alemanas después de varios meses de negociaciones. En virtud del acuerdo, Opel, que pertenece a PSA, se compromete a no acometer despidos forzosos hasta el 2023, año hasta el que también se retrasará cualquier aumento salarial. El plan incluye el anterior compromiso de Opel de ofrecer bajas voluntarias a 3.700 trabajadores, de los que 3.500 ya las han aceptado.

En paralelo, la compañía tiene previsto acometer una serie de inversiones en las áreas de investigación y desarrollo de las plantas alemanas de Eisenach, Ruesselsheim y Kaiserslautern entre 2018 y 2023.

La producción del Grandland X comenzará en la planta de Eisenach a partir de mediados del 2019, al tiempo que los nuevos modelos de Opel se desarrollarán en Ruesselsheim, según explicó la empresa.