El constructor automovilístico Opel engrosó ayer el grupo de empresas alemanas que solicitan a sus plantillas que amplíen el tiempo de trabajo sin percibir ninguna compensación salarial. La petición se realiza en el marco de un clima social cada vez más enrarecido en el país.

La filial europea del grupo estadounidense General Motors ha propuesto a los 32.000 asalariados extender las horas de trabajo semanales de las 35 actuales hasta 40 sin revalorización de los sueldos.

La propuesta de ayer confirma informaciones publicadas por el rotativo Bild-Zeitung que además indica que la dirección del grupo ha planteado, de hecho, una congelación de los salarios hasta el 2009 y la supresión de las primas especiales para las horas extraordinarias trabajadas en horarios de tarde y noche. Según fuentes del comité de empresa de Opel España en Figueruelas (Zaragoza), las medidas no afectan para nada a esta planta que tiene firmado un convenio hasta el 2007 y un Plan Industrial "que regulan las jornadas y los salarios".

Después de Mercedes y de Volkswagen (VW), Opel es el tercer gran constructor de automóviles de Alemania. A la vista de sus crecientes pérdidas, la compañía pide sacrificios financieros y sobre el tiempo de trabajo al personal. A diferencia de Opel, Mercedes y VW no proponen un aumento generalizado de la jornada de trabajo en un sector en el que la semana laboral de 35 horas se consiguió tras una dura pugna social en los años 90.

El sindicato alemán IG Metall rechazó ayer la congelación de sueldos propuesta por la dirección del fabricante automovilístico Volkswagen para los empleados de las fábricas de Alemania Occidental. El sindicato no renuncia a un incremento de los salarios, incluso, cuando la dirección vaya por el mismo camino, dijo el director local de IG Metall, Hartmut Meine. "Las congelaciones hacia arriba no son iguales que las congelaciones hacia abajo", apuntilló Meine.

En las negociaciones del convenio colectivo, que comienzan en septiembre, los directivos de la compañía también se han comprometido a renunciar a subidas salariales si los empleados aceptan las mismas medidas. El presidente del mayor fabricante automovilístico de Europa, Bernd Pischetsrieder, ya había considerado en marzo que la dirección de Volkswagen debía ganar menos cuando el grupo obtenga menos beneficios. El fabricante Volkswagen exige a sus 103.000 empleados de las fábricas de Alemania Occidental una congelación salarial durante los próximos dos años.