La partida de ajedrez entre la dirección y los sindicatos de Opel España parece no tener fin. El último movimiento lo protagonizó ayer la empresa con una propuesta de convenio de cinco años de duración, los tres primeros de congelación salarial (del 2018 al 2020) y otros dos de contención (una subida del 50% del IPC real del año anterior). Atrás queda, por tanto, la reducción de las nóminas en un 6% durante el 2018 y la congelación para los cuatro años restantes que anunció la firma al inicio de la negociación.

La compañía también puso ayer sobre la mesa un incremento del tiempo de trabajo de 10 minutos por turno frente a los 23 planteados durante las primeras reuniones, y apostó por reducir un 10% el plus de festivo y nocturnidad, así como por eliminar el complemento por calendarios especiales, entre otras medidas. La plataforma de convenio también contempla la doble escala salarial, con nóminas inferiores para las nuevas contrataciones.

Esta oferta modifica el planteamiento inicial de Opel, que quiere reducir los costes globales de Figueruelas en un 17%, pero se encuentra todavía «muy alejada» de la plataforma planteada por los sindicatos, que piden subidas del IPC durante los 5 años de vigencia del convenio, la recuperación del contrato de relevo (afecta a 470 trabajadores) y de los 170 temporales despedidos a principios de año, así como un plan de rejuvenecimiento de la plantilla y la incorporación de 400 trabajadores (niveles 6 y 7) al convenio, entre otras medidas.

ENROCADOS

La distancia entre ambas partes es tal que ayer, tras la reunión, cuatro de los cinco sindicatos con representación en el comité (CCOO, CGT, Acumagme y OSTA) ya tacharon de «negativa» la propuesta de la dirección de Opel España. Por tanto, tampoco se vislumbra un acercamiento para la reunión convocada para el próximo día 23 de enero. El único cambio sustancial proviene de la sección sindical de UGT, que celebrará una asamblea de afiliados el próximo sábado para valorar la propuesta de la empresa. «UGT recoge la oferta», pero la situación es «difícil», reconoció el secretario general de la sección sindical de UGT en Figueruelas, José Carlos Jimeno.

La secretaria general de Industria de CCOO, Ana Sánchez, calificó de «ineficaz» la plataforma de la patronal y aseguró que rechazarán la oferta, aunque la ejecutiva del sindicato mantendrá una reunión para analizarla. «Ya conocemos lo que piensan nuestros afiliados y no podemos aceptar este planteamiento», aseguró Sánchez, que insistió en reclamar un plan industrial para conocer el futuro de Figueruelas antes de sellar el convenio.

«Sobre estas bases no podemos negociar», señaló también el representante de OSTA, Juan Pardo, que considera que la oferta de Opel España tiene puntos «inaceptables. Mientras, desde Acumagme, Javier Lezcano, apuntó que el sindicato valorará en profundidad la propuesta, aunque consideró que es «negativa», porque «dista mucho» de lo que planteó recientemente la mayoría sindical (UGT, CCOO y Acumagme).

PREOCUPACIÓN

Este escenario ha elevado la preocupación entre las empresas auxiliares y también en el seno del Gobierno de Aragón ante la amenaza de que Figueruelas no reciba nuevas inversiones del grupo PSA a través de la asignación de modelos si no se firma un acuerdo competitivo. Y eso significa homologar las condiciones laborales a las que tiene la planta de PSA en Vigo. Además, aunque los sindicatos consideran que el nuevo Opel Corsa se fabricará en Zaragoza a partir del 2019, el temor a perder el modelo estrella de la factoría es creciente.

La compañía ha advertido sobre la pérdida de competitividad de la planta, porque «las condiciones económicas y de trabajo en Opel España son muy superiores a las de toda la industria regional y nacional».