La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llegó ayer a un acuerdo para aumentar la producción de crudo a partir del 1 de julio. Los países miembros acordaron elevar la producción en alrededor de un millón de barriles al día, un incremento que, sin embargo, está por debajo del aumento de la demanda. Como consecuencia, el precio del barril Brent y del West Texas llegó a aumentar entre el 2% y el 3% tras conocerse la noticia.

Las tesis de Arabia Saudita y Rusia, favorables al aumento, se impusieron a las de Irán, que abogaba por mantener el nivel actual. «Nos pusimos de acuerdo en una cifra aproximada de un millón de barriles», indicó el ministro saudí de Energía, Khaled Al Fali, a la salida de la reunión. «Creo que con esta decisión contribuiremos de manera significativa a satisfacer la demanda suplementaria que prevemos para la segunda mitad del año» añadió.

En la 174ª reunión de la OPEP, celebrada en Viena, los países de esta organización también destacaron en sus conclusiones la mejora experimentada en el mercado petrolero durante los últimos seis meses en un contexto de robusto crecimiento de la economía y de la demanda, a pesar de las incertidumbres sobre un reequilibrio en el mercado.

El acuerdo incluye a los miembros de la OPEP pero también a otros 10 países productores, entre ellos Rusia. Además, la cifra de un millón de barriles diarios es un aumento global, es decir, que no implica un aumento definido para cada país. Este hecho, y el menor aumento del esperado, han hecho que algunos analistas afirmaran que el acuerdo «ha vuelto a defraudar las expectativas», lo que implicará un impacto «positivo» en los precios para los vendedores. De hecho, nada más conocerse la decisión de la OPEP, el precio del barril de petróleo Brent subió a 74,74 dólares desde los 73,05 del cierre del jueves y el crudo Texas alcanzaba los 67,51 dólares (65,54 el jueves).