La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerró ayer su 175 conferencia ministerial en Viena sin un acuerdo sobre el esperado recorte de producción, que queda supeditado a un pacto con los países aliados no miembros del grupo, con Rusia a la cabeza. La reunión con estos ser producirá este viernes. En este contexto, el precio del barril de crudo de calidad Brent, el de referencia en Europa, siguió cotizando a la baja. Llegó a caer un 5% y alcanzó un mínimo intradía de 59,14 dólares, ya que los inversores esperaban que quedar más claro un pacto para reducir la oferta.

Los ministros de la OPEP se reunieron a puerta cerrada durante unas seis horas con el objetivo de consensuar una medida para estabilizar los precios, que se encuentran a la baja desde hace unos dos meses. El encuentro había desperatdo muhcas expectativas en los mercados.

Al final, un portavoz de la organización anunció que las negociaciones continuarán este viernes y comunicó la cancelación de la rueda de prensa prevista inicialmente tras el encuentro.

Según las declaraciones de los delegados antes de iniciarse la conferencia, los socios están a favor de rebajar los bombeos y, por tanto, la exportación, pero exigen que a esa dolorosa medida se adhieran sus aliados, sobre todo Rusia, uno de los grands productores mundiales que no pertenece a la OPEP.

El ministro saudí de Petróleo, Jalid al-Falih, abogó por un recorte de las oferta conjunta de los quince miembros de la organización en torno al millón de barriles diarios (mbd).

«Creo que un millón sería adecuado (...) Queremos que sea un recorte suficiente, pero no excesivo, y que no cause un shock», dijo el responsable de Arabia Saudí, el mayor productor del grupo y, por ello, líder de la organización.

Reconoció que sobre la mesa de negociaciones había varias peticiones, de recortes de entre 500.000 y un millón de barriles diarios, y destacó que aún no había un acuerdo con los nueve productores externos que cooperan con el cártel desde hace dos años, en una alianza conocida ya como «OPEP+».

Aparentemente, Rusia prefiere una limitación de la producción más moderada. Tras reunirse ayer en Viena con Al-Falih, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, regresó a su país para consultar con el presidente, Vladímir Putin, los próximos pasos a dar.

Se espera que Novak vuelva este viernes a Viena con la respuesta, de la que dependerá en gran medida la decisión definitiva sobre los niveles de extracciones que mantendrán los veinticuatro países de la OPEP+ en el primer semestre del año próximo.

Después de que la OPEP advirtiera del riesgo de que en 2019 el crecimiento de las extracciones supere al de la demanda global, en los mercados se esperaba que en las citas vienesas se anuncie una nueva limitación de suministros.

Sin embargo, el plan no gusta al presidente de EEUU, Donald Trump, quien advirtió el miércoles de que el mundo «ni quiere ni necesita» un aumento de los precios del petróleo e instó a la OPEP a mantener sin cambios su producción actual.

Pese a ello, los ministros de la OPEP y sus aliados coinciden en reconocer la necesidad de restringir la oferta en los próximos meses para que los precios escalen.