La incertidumbre sigue creciendo entre los directivos aragoneses. Sus últimos indicadores de opinión ya mostraban un deterioro de las previsiones que se mantiene en el informe presentado ayer. «Se está frenando la tendencia de mejora y se apuesta más por la estabilidad», resumió ayer el presidente de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), Salvador Arenere. La situación, eso sí, sigue siendo mucho mejor que hace tres años, pero los empresarios se muestran más inquietos ante la desaceleración de los vientos de cola que impulsaban la economía hasta ahora. «Los datos son buenos, pero hay nubarrones en el horizonte como una posible subida de los tipos de interés, el alza del precio del petróleo o la llegada de Trump a la Casa Blanca», explicó Arenere durante la presentación del indicador de opinión del segundo semestre.

Esa mayor inquietud se observa por ejemplo en las perspectivas sobre el empleo. Así, el 41% de los 278 directivos consultados considera que su plantilla crecerá en los próximos seis meses, mientras que este mismo dato a finales del 2014 alcanzaba el 58,6%. Con todo, ya solo el 1,1% prevé que se reducirá. La estimación de ventas también apunta en esta misma línea: el 49% confía en aumentar su facturación, trece puntos menos que en el informe presentado en julio del 2016 (hace seis meses).

Arenere se mostró especialmente preocupado con la evolución de la producción industrial. «Estamos dos puntos por debajo de la media nacional, cuando en el 2014 estábamos tres puntos por encima», lamentó el presidente de ADEA, que alertó de los efectos de la llegada de Trump en las exportaciones, sobre todo en las del automóvil teniendo en cuenta que el magnate ya ha paralizado una inversión de Ford en México. «Hay 170 empresas aragonesas que exportan a EEUU», recordó.

MEJORA LA FINANCIACIÓN

Con todo, el 60% de los encuestados considera que la economía aragonesa mejorará durante este semestre, un crecimiento sustentado también en la financiación bancaria, que «ha dejado de ser un problema».

Lo que sigue preocupando a los directivos aragoneses es la «inestabilidad política». En este sentido, Arenere alertó de los riesgos que conllevaría no aprobar los presupuestos de la comunidad. «Se pondrían en riesgo muchas partidas», advirtió Arenere, que reclamó una mayor inversión productiva: «No se están manteniendo las infraestructuras y eso también generaría empleo».