En el 2007 Oriol Izquierdo se estrenó como director de un organismo público del mundo de la cultura. Sin embargo en enero del 2013 le invitaron a irse. Aunque entonces también impartía clases de Historia de la Literatura y Edición de Textos en una Facultad de Comunicación, se dio cuenta de que "con el dinero del desempleo no se puede llegar a vivir". Por eso seis meses después decidió capitalizar su paro y convertirse en empresario.

Tras pensar en varios proyectos, Izquierdo constituyó con su mujer, que es nutricionista, una tienda de "comida saludable". "Vi que escaseaba la presencia de comercios de alimentación", explica. La administración no le puso ninguna traba para constituir su negocio. "Pero si que tuvimos dificultades para obtener licencias municipales por parte del ayuntamiento", asegura.

El recién estrenado empresario capitalizó el 60% de su prestación de desempleo. "Pero la cantidad no era suficiente y tuvimos que pedir préstamos a familiares así como varios créditos a entidades financieras", recuerda Izquierdo que además de gestionar la tienda se alimentación sigue impartiendo clases tres horas a la semana.