Según un estudio de la CNMV, el 78% de la financiación de las empresas españolas se obtiene de los bancos, frente al 70% en Italia, el 55% en Alemania, el 45% en Francia y el 35% de Reino Unido. En Estados Unidos no llega ni al 30%. Por ello, conocer otras alternativas puede ser de interés para las empresas aragonesas, y este ha sido el objetivo de la I Feria de la Financiación que se ha celebrado esta semana en Zaragoza.

Estas herramientas pueden ayudas a las pymes en sus diversas etapas, ya sea el periodo de emprendimiento, la fase de consolidación o el proceso de internacionalización de su actividad. Así, el Instituto Oficial de Crédito (ICO) pone a disposición de las empresas diversas líneas, a las que se puede acceder a través de entidades financieras.

Los avales suelen ser otra de las preocupaciones de las pymes, y aquí son las sociedades de garantía recíproca (en Aragón, Avalia) las que pueden ayudar a obtener un menor coste de financiación y un mayor plazo de amortización, reduciendo además el riesgo que corren las entidades bancarias.

Enisa, la empresa nacional de innovación ofrece préstamos participativos, una herramienta situada entre el préstamo tradicional y el de capital riesgo, ya que se sitúa cerca de los fondos propios de la empresa, pero Enisa no participa en la gestión diaria de la empresa, y además no se exige aval.

Si necesitamos financiación para la innovación, el CDTI dispone de diversas líneas que no exigen aval pero que sí valoran el riesgo, la novedad del proyecto y la capacidad de que el nuevo producto acabe materializado en el mercado, y que busca aprovechar el conocimiento de nuestros centros de investigación.

Finalmente, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) puede ser otra opción para aquellas empresas que estén poniendo en marcha grandes proyectos de expansión y quieran obtener liquidez al convertir en efectivo las acciones de la empresa sin perder su control.