Las negociaciones sobre las obras del Canal de Panamá parecen suspendidas, y acto seguido, los portavoces anuncian que prosiguen. En la partida que disputan el Grupo Unidos Por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para ver quién asume los sobrecostes que han generado las obras y cómo se financia los trabajos, las partes juegan sus bazas con cuidado para no romper la baraja. Aunque esa opción parece más cercana a medida que pasan los días sin que se alcance un acuerdo. "Jornada de reflexión tras la tormenta", comentaron ayer fuentes cercanas a la negociación. "No descartamos volver a la negociación, como tampoco hemos abandonado las obras", comentaron fuentes de la constructora española. Aunque, su presidente, Manuel Manrique, reconoció ayer que las obras acabaran parándose por falta de financiación si no se consigue un acuerdo con la ACP. "No hay dinero para seguir".

Pero la mano que se juega ahora puede dar lugar a la posibilidad de que las autoridades panameñas rescindan el contrato al GUPC. Jorge Quijano, administrador del canal, defendió que el contrato establece que si el consorcio "abandona todas o una parte sustancial de las obras o demuestra la intención de no continuar la ejecución de sus obligaciones", es causa justificada para la rescisión del contrato.

Una decisión en ese sentido puede acabar también en los tribunales para que estos decidan si hay voluntad o no de no ejecutar las obligaciones. "Si tienes a 500 operarios trabajando en lugar de los 10.000 que ellos quieren porque no hay dinero para que estén todos es porque la ACP no pone de su parte", comentan en Sacyr.

La puerta aún está abierta

El caso es que la ACP no ha reclamado todavía el control de las obras. Se hará "en su momento apropiado", dijo Quijano el miércoles. Queda abierta una puerta a que las negociaciones prosigan. Si es así, deberá ser en otro formato, pues el protocolo por el que se regían las conversaciones anteriores expiró el 4 de febrero. Las opciones se mantienen. El embajador de Panamá en España, Roberto Eduardo Arango, consideró ayer que "podría haber una ventana de oportunidad" para alcanzar un eventual acuerdo entre el consorcio y la ACP. "Las negociaciones están interrumpidas, pero no se ha puesto el punto final". El diplomático insistió en que "Panamá va a acabar con la obra" y que cuenta con un "escenario alternativo para terminarla", según aseveró en declaraciones a Onda Cero. "Como todo tipo de gran obra, tendrá un escenario alternativo de como terminarla, aunque no con quién específicamente", apuntó respecto a las informaciones que señalan a la constructora americana Bechtel como alternativa al GUPC para concluir la obra.

Pero el famoso plan B de Quijano parece apuntar en otro sentido: "La ACP está lista para trabajar con los subcontratistas, quienes están de acuerdo", apuntó en una conversación informal con Efe un diplomático europeo acreditado en Panamá. El plan B de Quijano, cuyo contenido no ha detallado, se viene cocinando desde diciembre pasado, cuando estableció los contactos con Zurich por la ralentización de las obras desde el noviembre anterior por parte de GUPC. La estrategia es dar todos los pasos "apegados al contrato" para eventualmente darlo por terminado sin riesgo de que Zurich se niegue a ejecutar la fianza de 400 millones de dólares a favor de Panamá.