Cuando se habla de transporte por cable, se tiende a relacionarlo con nieve y montaña, donde teleféricos, telecabinas, telesillas y telesquís se convierten en el único medio de acceso a cumbres y pistas. No obstante, aunque este sector sigue siendo su principal foco de actividad, cada vez es más habitual la incorporación de instalaciones de este tipo en otrosyectos turísticos. Realizar paseos por el aire que permitan obtener una panorámica distinta a la que ofrece una ruta a pie va ganando adeptos. El último ejemplo es la inclusión de una propuesta en el proyecto de la candidatura de la Expo 2008 de Zaragoza para construir un teleférico.

Se trata de una iniciativa de transporte similar a la que se pudo ver en la Expo 92 de Sevilla y en la Expo 98 de Lisboa. Ambas fueron desarrolladas por el grupo austriaco Doppelmayr, aunque la segunda llevaba sello aragonés. Así, la encargada de montar las telecabinas que comunicaron la capital lusa en la cita universal fue Transportes por Cable, ubicada en Zaragoza.

Centrada en el estudio, proyecto, fabricación, montaje y mantenimiento de remontes mecánicos por cable, desde que iniciara su actividad en 1980, no ha cesado en su intento de conseguir que no haya sitio inaccesible. "Esta especialidad da lugar a un mercado muy concreto, siendo nuestros principales clientes las estaciones de montaña. Aunque no los únicos, ya que poco a poco se van realizando más instalaciones de carácter turístico", comenta Miguel Angel Amigo, responsable del área de Atención al Cliente de la firma. Así, recuerda la fabricación del teleférico de la Expo 98, la telecabina de Benalmádena (Málaga) o el funicular de Valvidriera (Barcelona).

No obstante, la principal actividad de esta compañía sigue siendo la nieve. Su primer telesilla lo colocaron en Cerler hace más de 20 años. Sin embargo, en la actualidad, las instalaciones de Transportes por Cable se encuentran en numerosas estaciones de esquí españolas. Así, entre sus productos se encuentran la telecabina Al Andalus de Sierra Nevada o la telecabina de La Molina, con 2.700 metros de longitud. Entre sus proyectos inmediatos, destaca la ampliación de la estación de Formigal, donde intalarán un telesilla de ocho plazas, que permitirá transportar a 4.000 personas por hora.

"Cada proyecto es como un traje a medida. No hay ninguno igual", apunta el representante de la firma, que explica como a lo largo del invierno se fabrican los distintos elementos para su instalación en verano. "Asimismo, la naturaleza de esta actividad, nos obliga a una permanente adaptación tecnológica, de cara a mejorar las prestaciones para los usuarios finales", comenta Amigo, quien explica los avances en velocidad, caudal y calidad del transporte que han incorporado. "Todo ello, con un continuo incremento de la seguridad, fundamental en nuestras instalaciones, ya que transportamos personas", añade.