El sector papelero español está capeando la crisis mejor que otras industrias, pero la patronal ya alerta de la "gran amenaza" que se cierne sobre la actividad. "El futuro a corto plazo está muy condicionado por las decisiones en política energética", subraya el director general de Aspapel, Carlos Reinoso. La reforma eléctrica aprobada el pasado mes de julio por el Gobierno ha puesto en jaque a todas las empresas, ya que el incremento de costes podría provocar unas consecuencias dramáticas. "Si las compañías son menos competitivas acabará produciéndose un redimensionamiento de las plantillas", señala Reinoso, que destaca que el 20% de los costes de producción de las firmas del sector está ligado a la energía. De hecho, el 10% de todo el consumo industrial lo realiza la actividad papelera. En este mismo sentido se manifestó recientemente el director general de Saica, Pedro Gascón, que subrayó que la reforma energética tendrá un impacto económico para la firma "peor que la crisis". "El 20% de nuestro margen de beneficio puede desaparecer", lamentó Gascón.