La reunión entre los sindicatos de estibadores y la patronal Anesco de ayer quedó bloqueada al presentar la representación de las empresas una propuesta que «choca frontalmente» con el objetivo del mantenimiento del empleo e «imposibilita el acuerdo». Así lo indicó al término de la reunión el dirigente de Coordinadora de Trabajadores del Mar, Antolín Goya, quien indicó que las empresas habían planteado «cambiar prácticamente todo el convenio colectivo del sector».

Anesco considera necesario permitir jornadas laborales de 12 horas seguidas y se niega a garantizar la subrogación con las mismas condiciones actuales al 100% de los trabajadores actuales. Considera que es el momento de que cada empresa calcule si tiene necesidad de recortes de plantilla. En la práctica, la patronal quiere aprovechar la oportunidad que brinda el marco legal europeo para poder contratar trabajadores en empresas de trabajo temporal en los momentos con puntas de trabajo elevadas.

En concreto, la patronal pide que las empresas puedan acometer ajustes mediante prejubilaciones forzosas, bajas voluntarias y las iniciativas que fueran necesarias, que estarán «sufragadas por el Estado». En cuanto a las medidas de ajuste de plantilla previas a cualquier ajuste posterior, la patronal propone «prejubilaciones forzosas para todos los trabajadores que cumplan los requisitos para cobrar el 100% de la jubilación». La dureza de la posición de la patronal choca con el carácter más dialogante de algunas empresas del sector.

El grueso del conflicto no es otro que la distribución de los costes económicos y sociales del futuro marco legal del sector. Mientras los trabajadores exigen que se asegure el puesto de trabajo de los actuales estibadores, el Gobierno advierte de que el futuro marco legal no puede mantener el monopolio de la contratación. En opinión de los sindicatos, la alternativa patronal debería facilitar el compromiso sin fisuras con las actuales plantillas mediante un convenio colectivo sectorial con parámetros similares a los actuales.