El presidente de la patronal de los bancos tradicionales, José María Roldán, aseguró ayer que es necesaria una «transparencia especial» tras la intervención exprés del banco Popular por parte de las autoridades bancarias europeas. Así, reclamó a la junta del Mecanismo Único de Resolución que publique los informes de sus asesores que le sirvieron para actuar sobre la entidad, una petición que ya había realizado en los últimos días el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.

Roldán, en cualquier caso, avaló la intervención. La decisión, recordó, se tomó en Francfort (sede del Banco Central Europeo) y Bruselas permitió estabilizar la situación del banco en menos de 24 horas (cuando Lehman Brothers lleva en liquidación «nueve años»), y no ha precisado de la inyección de ayudas públicas. Además, argumentó, el coste para los accionistas y los acreedores hubiera sido aún mayor si la entidad se hubiera liquidado.

El proceso de resolución europeo, empleado por primera vez con el Popular, es a su juicio «transparente, pero muy complejo». «Es necesario dotar de una especial transparencia a las decisiones porque sino se puede crear una impresión que puede ser falsa», advirtió.

Roldán también avaló la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de no prohibir las apuestas bursátiles bajistas contra el Popular, como sí hizo después con Liberbank, y justificó que el BCE no dotara de más liquidez a la entidad por su falta de garantías para lograr esos créditos. Asimismo, se felicitó por poder seguir diciendo que «los bancos de la AEB no han costado un euro al erario público» y afirmó que no le da «ninguna envidia la situación de Italia» por su lentitud en resolver los problemas de los bancos.

En unas jornadas de la APIE y el BBVA, el líder patronal negó también el riesgo de oligopolio bancario por las fusiones denunciado en la víspera por el presidente de Bankia.