--Su afirmación de que éstos no son los presupuestos que usted hubiera deseado han dado lugar a muchas interpretaciones.

--Es buscarle tres pies al gato. Nunca nadie hace los presupuestos que quiere al 100%. Siempre hay que negociar, encajar y al final buscar acuerdos. Eso quiere decir que hay posiciones de negociación y uno tiene que alcanzar la que sea posible, aunque no sea la óptima.

--¿Eso le pasa porque el Gobierno no tiene una mayoría fuerte?

--Las negociaciones empiezan en el propio Gobierno. Hay que buscar las posiciones que tengan la mayoría necesaria para avanzar. A estos gobiernos le pasa como a otros; nada nuevo en ese sentido.

--Son unos presupuestos optimistas. Antón Costas cree que usted está escarmentado del 96, cuando hizo unas cuentas pesimistas, el ciclo cambió y luego el PP se benefició con el España va bien.

--Leí el artículo de Antón Costas, cuya opinión siempre me gusta conocer; pero no. Dicen que soy optimista porque hablo de un crecimiento muy alto, con un petróleo a 33 dólares y porque preveo unos ingresos excesivamente elevados en el 2005. Cuando empezamos la valoración del presupuesto --en junio y julio--, las previsiones del FMI para España eran del 3,3% para el 2005; las de la OCDE, del 3,4%; y nuestra opción fue el 3%. El petróleo estaba a 33 dólares y pusimos 33,5 como precio medio del próximo año. Y es verdad que ha cambiado, pero si a los 50 dólares de ahora les restamos la prima de volatilidad, que es de 15 dólares, estamos hablando de 35. En todo caso, el riesgo es que un incremento del 10% del precio del crudo supone una caída de la actividad de unas dos décimas.

--El optimismo también alcanza a los ingresos.

--Mire, hay dos impuestos cuyo crecimiento es alto: IRPF y sociedades. Y en el caso de la renta, en el 2005 aún será mayor, porque en el 2004 hemos tenido el efecto de la reforma. En sociedades, de acuerdo con los pagos trimestrales anticipados, prevemos que la liquidación en el 2005 será elevada. No son excesivamente optimistas, y diría que vamos a cumplir el compromiso de superávit de forma bastante cómoda.

--Tanto el FMI, como la UE hacen previsiones más bajas para España.

--Sin duda, si tuviéramos que volver a rehacer las cifras ahora, tomaríamos en consideración todos los elementos disponibles. Pero en este momento, con la información de que dispongo, no diría que la cifra de crecimiento para este año --2,6%-- que propone el FMI es mejor que la del 2,8% que propongo yo.

--Parecen unos presupuestos de transición que quieren pasar el trámite y contentar a todos.

--Bueno, los empezamos a elaborar entre mayo y junio, con un nuevo Gobierno, con nuevos ministros y con un margen de maniobra muy reducido, por los compromisos anteriores. Son elementos que condicionan si son o no los presupuestos que hubiéramos querido. En ese sentido, sí podemos hablar de unos presupuestos de transición.

--El presupuesto tiene ciertas limitaciones en materia de inversión, pero se van a aumentar las actuaciones con cargo a otras vías de financiación que no figuran como déficit.

--En el pasado se han utilizado ya algunas vías extrapresupuestarias de financiación de algunos proyectos. Una de nuestras dificultades es que nos hemos encontrado el presupuesto de los próximos años comprometido en algún tipo de actividades, básicamente en carreteras

--¿Una Agencia de Carreteras?

--Yo nunca he hablado de la Agencia de las Carreteras, que plantea problemas de cara Eurostat. Hay que buscar otros modelos de financiación

--¿Los modelos de pago único, llave en mano...?

--Algo de ese tipo.

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