Despedida y cierre. La mexicana Pemex ha decidido zanjar 25 años como accionista de Repsol. El grupo público, que mantenía fuertes discrepancias con la petrolera española, ha iniciado una colocación privada entre inversores cualificados de un paquete del 7,86%, en una operación dirigida por Citigroup Global Markets.

La salida de los mexicanos era un secreto a voces desde que la compañía presidida por Antoni Brufau cerró el conflicto por la expropiación de su antigua filial argenina con más de 6.300 millones de dólares (más de 4.400 millones de euros) más en la caja. Además de las compensaciones en bonos soberanos que luego vendió se desprendiói también del resto del capital que tenía.

Hasta hoy, Pemex formaba parte del núcleo accionarial estable de la compañía española junto con La Caixa y la constructora Sacyr.