Los jubilados han decidido pasar a la acción en defensa de sus pensiones. La recién creada Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones en Aragón y las Federaciones de Pensionistas de UGT y CCOO llamaron ayer a la participación masiva de este colectivo en las movilizaciones convocadas mañana en toda España. En Aragón tendrán su réplica en las tres capitales aragonesas y en otras siete localidades. El objetivo es duplicar o, incluso, triplicar la participación de las concentraciones del pasado 22 de febrero, cuando este movimiento de protesta dio la sorpresa tras reunir a miles de personas en las principales plazas de España en defensa de unas pensiones dignas. Fue un primer aviso de su fuerza y capacidad de movilización.

El epicentro de las protestas en Aragón estará en Zaragoza, donde la citada coordinadora de pensionistas ha convocado una concentración a las 11,30 horas en la plaza del Pilar, frente a la sede de la Delegación del Gobierno. En ese mismo punto y a la misma hora confluirá la manifestación organizada por los sindicatos UGT y CCOO, que partirá una hora antes (10.30 horas) de la plaza San Miguel. En Huesca, la concentración tendrá lugar a las 11,30 horas en la plaza Navarra y en Teruel a las 12 en la plaza de la Catedral (en este caso los sindicatos también marcharán por el centro una hora antes). También hay convocados actos en Calatayud, Caspe, Andorra, Ejea de los Caballeros, Monzón, Sabiñánigo y Tarazona.

La batalla prioritaria, aunque no la única, es la derogación de la reforma que impuso el Gobierno del PP en el 2013, que sustituyó el IPC por un factor de sostenibilidad como índice de revalorización de las prestaciones. Este cambio legal ha provocado que las pensiones hayan subido un mísero 0,25% en los últimos cuatro años a pesar de la recuperación de la economía, que en el 2017 creció a un ritmo del 3%. En consecuencia, los pensionistas han sufrido desde entonces una pérdida de poder adquisitivo del 7%.

«Más de nueve millones de votos pueden cambiar un Gobierno. No somos débiles y el 17 de marzo vamos a dar una lección», dijo ayer el responsable de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT Aragón, Tomás Yago, tan solo un día después de escuchar a Rajoy y a los partidos de la oposición en el pleno del Congreso de los Diputados. La frase es toda una declaración de intenciones y el anuncio de que el colectivo no va a cesar en su empeño de recuperar el poder adquisitivo.

LA RECUPERACIÓN NO LLEGA

Los beneficios empresariales crecieron el 5,2% en el 2017, las ganancias de las compañías del Ibex lo hicieron un 17%, los precios escalaron de media un 2% el pasado año, pero los salarios solo se recuperaron un 1,43% y las pensiones, el 0,25%. Estas cifras han puesto a los pensionistas en pie de guerra. Su paciencia se ha agotado después de cuatro años consecutivos de recuperación económica, que, sin embargo, no se ha trasladado a sus bolsillos.

En Aragón existen más de 300.000 pensionistas (uno de cada cuatro habitantes) y casi 10 millones de personas en el conjunto de España. De las 190.000 personas que cobran una pensión de jubilación en Aragón, más de 30.000 percibe menos de 600 euros al mes y casi el 41% (88.716) ingresa menos de 800 euros mensuales. Por ello, los secretarios generales de UGT y CCOO en Aragón, Daniel Alastuey y Manuel Pina, respectivamente, exigieron la recuperación del poder adquistivo de este colectivo, la sostenibilidad del sitema de pensiones y que el Gobierno derogue la reforma del 2013 y convoque el Pacto de Toledo ya. Ambos apelaron a la unidad de los jubilados, pero también de los jóvenes, ya que «deben de concienciarse que el sistema de pensiones es de todos y tienen que luchar por él».

Juntos pero revueltos / La irrupción de esta oleada de protestas se ha canalizado a través de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, que en Aragón se ha organizado recientemente con el apoyo del grupo de Mayores de la FABZ (Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza), el colectivo de Jubilados Indignados, Frente Cívico y la Plataforma de Pensionistas de España por su Dignidad. Este nuevo movimiento ofreció ayer una rueda de prensa en Zaragoza para explicar los motivos de las movilizaciones. «Las pensiones son una cuestión de voluntad política y no un problema de gastos ni de ingresos», defendió María José Pérez Torres, que forma parte de esta plataforma y recordó que España solo aporta el 10,5% de su PIB al sistema público de pensiones mientras que países como Alemania e Italia llegan al 14,5%.

Los integrantes de la coordinadora lanzaron llamamientos a la unidad de acción con los sindicatos, algo que ven «imprescindible» y «necesario». Sin embargo, pidieron «generosidad» y «altura de miras» a UGT y CCOO para que se sumen a las protestas surgidas desde las sociedad civil dejando a un lado sus siglas y estandartes.

«El colectivo de pensionistas sufre un ataque brutal por muchos frentes. Mariano Rajoy, en lugar de hacer propuestas reales, nos chantajea con la aprobación de los presupuestos», criticó Mauricio Ruiz, miembro de la coordinadora en Aragón, al igual que José Victoria, que acusó al Gobierno de «quitar el dinero a los pobres para dárselo a los ricos». «No hay dinero para pensiones pero sí para sus amigos y para rescatar a bancos y autopistas», denunció Ruiz.