Los pensionistas aragoneses vuelven a la carga tras el parón estival. Decenas de jubilados se concentraron ayer en la plaza del Pilar convocados por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones en Zaragoza para exigir unas prestaciones «justas y dignas». La plataforma ciudadana, que ha sido el dinamizador principal de la rebelión pensionista desde principios de año, repetirá la concentración todos los lunes a la misma hora para reivindicar, fundamentalmente, que las pensiones se actualicen conforme a la subida del IPC y que la sombra de la privatización se aleje para siempre del sistema.

«También exigimos que se nos devuelva todo lo que hemos perdido desde el 2011», subrayó ayer a este diario el portavoz de la coordinadora en Zaragoza, José Luis Cabello, que denunció que los recortes de los últimos años se han llevado por delante el 7% del poder adquisitivo de los jubilados.

Los pensionistas insistieron en que el incremento del 1,6% aprobado este año es «claramente insuficiente». «A mí me han subido once euros; que me digan de qué me sirve si luego la luz y el coste de la vida en general no para de elevarse», lamentó ayer Manuel, un jubilado zaragozano que ha participado en varias de las protestas desde el pasado mes de marzo. En este sentido, Cabello recordó que la subida del IPC ya ronda el 2,3%.

La plataforma ciudadana quiere que, además de reivindicativas, las jornadas de los lunes en la plaza del Pilar sean informativas. «Estos días ya estamos viendo que los políticos no paran de hablar de las pensiones lanzando mensajes casi siempre en clave electoral; lo que queremos es que la gente esté informada para no creerse sus mentiras», explicó Cabello.

Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden, Sin lucha no habrá hucha o Jubilado callado, jubilado olvidado fueron algunas de las consignas que se escucharon ayer en la concentración. Con ellas la coordinadora intentó animar a la ciudadanía a movilizarse. «A los aragoneses nos cuesta mucho salir a la calle, por no hablar de los jóvenes, que casi nunca se les ve en estas protestas», lamentó Paquita, una zaragozana de 64 años que cobra una pensión de viudedad de 800 euros. «No se dan cuenta de que lo que está en juego es su pensión», advirtió.

PACTO DE TOLEDO

Los portavoces de la coordinadora de Zaragoza lamentaron los escasos avances que se han logrado arrancar al actual Gobierno de Pedro Sánchez en las reuniones mantenidas este verano. «Siempre ha habido buenas palabras pero hechos, pocos; al final ni nos han dejado estar de oyentes en las reuniones del Pacto de Toledo», criticó Cabello.

Una de las cuestiones que más preocupan a los jubilados indignados es el Plan Europeo de Privatización de las Pensiones (PEPP) que circula desde hace unos meses por los pasillos del Parlamento europeo y que, de aprobarse, «puede abrir la puerta al fin del sistema público», indicó Cabello.

«Es impensable que con los salarios de miseria que cobran muchos jóvenes se puedan ahorrar 200 euros para un plan de pensiones privado», denunció Esperanza Vázquez, miembro también de la coordinadora.

Aunque no ha convocado protestas porque muchos de los jubilados estaban de vacaciones «o cuidando a sus nietos», la plataforma ciudadana no ha dejado de reunirse durante el verano para organizarse mejor internamente. De hecho, acaban de constituir la coordinadora provincial y pronto crearán la autonómica. «El reto es coordinarnos mejor para llegar cada vez a más pueblos y ciudadanos», concluyó Cabello.