"Con los diferentes procesos aplicados en la planta de Figueruelas hemos mejorado la competitividad, pero podemos lograr más. La situación actual de la empresa es coyuntural ante la bajada de los mercados. Es una planta en condiciones de seguir mejorando". Así respondía ayer el presidente de General Motors (GM) España, Antonio Pérez Bayona sobre la actual situación de la factoría zaragozana, en la que se han anunciado 600 despidos, y después de hacer una relación de las distintas medidas que se han ido efectuando en la planta automovilística en los últimos años y que no han evitado que salga salpicada de la reconversión de la multinacional a nivel europeo.

Pérez Bayona atendió a los medios de comunicación durante la celebración de unas jornadas sobre deslocalización que hoy concluyen en Morillo de Tou, organizadas por CCOO. Fue la única mención que realizó el responsable de GM España ante el recorte de plantilla decidido para la planta que dirige.

Antes del encuentro con los medios ya anunció que sus declaraciones se circunscribirían al tema de las jornadas, en las que participaba como ponente, ya que la política informativa de la empresa ante la reestructuración laboral se remite a los comunicados oficiales de la propia firma. Dos hasta el momento, el primero para anunciar el recorte en Europa de 12.000 empleos y el segundo para dar a conocer que la planta alemana de Bochum retornaba al trabajo después de seis días de paros, iniciados el pasado jueves, cuando se conoció el duro ajuste que preveía la compañía.

Por su parte, los cinco sindicatos integrados en el comité de empresa de General Motors España --UGT, CCOO, CGT, OSTA y Acumagme-- se reunirán a principios de la próxima semana para fijar una posición unánime ante el plan de reestructuración anunciado por la multinacional. "Somos cinco sindicatos distintos y tenemos que llegar a un acuerdo para ver cómo se afronta esta situación", señaló el secretario de la sección sindical de CCOO en la firma, Antonio Carvajal.

"Los trabajadores continúan inquietos", avanzó, "pero dentro de lo que cabe la situación está serena", matizó el representante sindical. En estos momentos, los sindicatos están trabajando en un borrador en el que se recogen los dos objetivos básicos con el que se pretende negociar con la dirección de GM: evitar el cierre de plantas y garantizar que no realice ningún despido traumático.