La perfumería y cosmética reivindicó este jueves la especialización de los canales de venta como elemento clave para el desarrollo del sector. La evolución de los gustos del consumidor de los últimos años evidencia que la prescripción gana fuerza pese a la normalización de la venta on line en todos los sectores, según un estudio realizado por la patronal del sector Stanpa. Para comprar un perfume o un tratamiento para la piel, por ejemplo, el consejo del profesional y la garantía del comercio es un factor fundamental, y en conjunto, los canales de venta profesionales y de prescripción suponen más del 50% del mercado. El sector aglutinó unas ventas de 6.954 millones de euros, el 2% más que el ejercicio anterior.

"Los pure players de internet están en franco retroceso y muestran además creciente interés en las tiendas físicas", explicó Óscar Mateo, director de estudios de la patronal del sector Stanpa. Con esa particularidad del mercado perfumero, las ventas en internet de productos de perfumería y cosmética crecieron el año pasado a un ritmo del 10%, pero por debajo del 20% de otros sectores, hasta unos 420 millones de euros, según datos de la consultora Kantar. Las ventas on line del comercio especializado con tienda física crecieron el 18%.

La evolución contenida de las ventas de perfumes y cosmética en internet se asienta en la potencia de los actuales comercios del sector pero también en otros elementos que frenan las decisiones de compra del consumidor como el temor a las falsificaciones y las recurrentes faltas de estoc en comercios que venden exclusivamente on line. Además, las falsificaciones suponen un mordisco próximo a los 1.000 millones de euros anuales para el sector, aunque la percepción de Stanpa es que el peso de esos productos falsos se ha reducido en los últimos años tras un mayor control policial. Ante la relevancia de la prescripción en la evolución del negocio, la patronal perfumera presentó este jueves su estrategia para reforzar todavía más ese papel del canal de venta como fuente de decisión básica para el consumidor mediante mayor asesoría y cursos de formación para los profesionales.

El consumo de productos de perfumería y cosmética en España creció en 2018 por cuarto año consecutivo, con un incremento del 2% en el último ejercicio hasta alcanzar los 6.954 millones de euros. España se sitúa, así, como el quinto mercado europeo de productos de belleza, con un consumo per cápita de 150/año, por encima de la media europea que asciende a 137 por persona y año. España consiguió en el 2018 ser el segundo exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia, al sumar 1.820 millones de euros en ventas. Catalunya concentró el 16% de las ventas del sector, hasta 1.112 millones de euros, con un consumo de 27,2 unidades por persona al año. Siete de las principales empresas de mayor tamaño tienen plantas en Catalunya, como Puig, Unilever, Henkel, Coty, Idesa, Pierre Fabre y Revlon. El sector emplea a unas 14.800 personas en Catalunya, 39.000 en el conjunto de España.

Las exportaciones de perfumes, cosméticos y aceites esenciales han vuelto a aumentar alcanzando los 4.680 millones de euros. De éstas, 4.260 millones de euros corresponden a perfumes y cosméticos, cuyas ventas en el exterior se han incrementado en un 10%. España se ha consolidado como el segundo exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia y por delante de Alemania y Estados Unidos. Las exportaciones de esta categoría de producto, que representa el 39% sobre el total, han alcanzado 1.820 millones de euros. Por otra parte, España también fortalece su posición como exportador de esencias y aromas. Las ventas en el exterior de aceites esenciales han crecido un 8,4% en 2018 hasta los 420 millones de euros.