El barril de petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, volvió ayer a marcar récords al llegar a un máximo de 36,90 dólares durante la sesión en el mercado de Londres, por encima del nivel de la guerra del Golfo Pérsico en 1990. Las incertidumbres sobre la seguridad en Oriente Próximo y, en especial, en Arabia Saudí, el primer productor del mundo; y en Irak pesaron en el ánimo de los operadores y el crudo de mayor peso en Europa se situó muy cerca de los 37 dólares para su entrega en junio. Al final cerró la sesión a 36,71.

El encarecimiento del crudo se ha traducido en unos precios de venta al público de los carburantes históricamente altos. En España, han subido más del 3% en el último mes, hasta los 87,70 céntimos la gasolina sin plomo de 95 octanos (146 pesetas) y 73,80 el gasóleo de automoción (123 pesetas), según los datos que recopila el ministerio de Economía en la red de gasolineras. Desde enero pasado, el carburante sin plomo ha subido casi el 10% y el destinado a vehículos diésel, más del 6%, según se desprende de la misma fuente.

En el empuje al alza de la cotización también influye la fuerte demanda de EEUU, donde la gasolina domina en el mercado automovilístico, que se encamina hacia la época de mayor uso de los vehículos. Por ello se ha situado en niveles récord de 1,84 dólares por galón (1,52 euros o 253 pesetas), según datos del Departamento de Energía. Ello equivale a unos 40 céntimos de euro por litro, menos de la mitad que en Europa, donde los carburantes cargan con más impuestos.

Aún así, en la primera economía del mundo no están acostumbrados a los precios actuales, no vistos desde 1990, y a un encarecimiento de más del 12% con respecto a comienzos del año y se han convertido en un argumento electoral entre los candidatos a la presidencia, George Bush y el demócrata John Kerry.

La tendencia alcista del mercado del crudo no tenía ayer aspecto de variar. En este contexto, el presidente del cártel exportador OPEP, Purnomo Yusgiantoro, aseguró ayer que la organización, que el pasado 1 de abril redujo su oferta, todavía produce en torno a 1,5 millones de barriles diarios más de los acordados.