El PIB español caerá el 9,2% este año por el coronavirus según las previsiones del Gobierno enviadas en el marco del Programa de Estabilidad remitido a Bruselas. Según esta previsión, el crecimiento de la economía sería del 6,8% en el 2021, siempre que los precios del petróleo se mantengan en torno a los 40 dólares el barril. La previsión es que la tasa de desempleo suba al 19% este año como consecuencia del desplome del consumo de los hogares (8,8%) y del hundimiento de la inversión (25,5%) y las exportaciones (27,1%).

En rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, han desglosado el Programa de Estabilidad 2020-2023 enviado a Bruselas, junto al Plan Nacional de Reformas, que incluye la actualización del cuadro macroeconómico con una importante revisión de las previsiones por el impacto de la crisis sanitaria del covid-19, así como las medidas proyectadas por el Ejecutivo para paliar los efectos de la crisis a unos días del inicio de la desescalada del confinamiento. En abril, la caída del PIB fue del 5,2%, la mayor desde que se mantienen controles estadísticos en 1970. Según Calviño, las previsiones de la economía son "prudentes" y en línea con las planteadas por otros países. Según ha dicho, la economía tocará fondo en el segundo trimestre del año y se recuperará desde entonces en forma de "V asimétrica", lo que llevará a ese rebote de la economía del 6,8 % en el 2021.

Calviño ha destacado que la caída del empleo durante la actual crisis es inferior a la registrada en la anterior crisis del 2009, con una pérdida de 285.000 empleos en el primer trimestre frente a los más de 700.000 empleos perdidos en el primer trimestre del 2009. En su opinión, esta situación se debe a un paquete de medidas orientadas a "evitar las consecuencias más estructurales", con la complementación de la renta de los más vulnerables, con avales por 100.000 millones para las empresas y autónomos y la protección de unos seis millones de personas mediante expedientes de regulación de empleo temporal. Como consecuencia, aumenta el gasto del Estado y se reducen los ingresos "con un gran impacto fiscal", según reconoció Montero. Como consecuencia, el déficit público se disparará igual que la deuda pública, pero el Gobierno todavía no especifica hasta que nivel.

Estos programas de estabilidad se remiten al Consejo de Ministros de la Unión Europea y a la Comisión Europea desde 1999 junto con el programa nacional de reformas de España. La remisión se efectúa en cumplimiento de obligaciones europeas. Cada año, generalmente en el mes de abril, todos los estados miembros de la Unión Europea tienen que presentar ante la Comisión Europea sus Programas Nacionales de Reformas (PNR) y sus Programas de Estabilidad. El objetivo es coordinar las políticas económicas nacionales y lograr los objetivos establecidos para la Unión Europea en su conjunto.

Con el programa de estabilidad, la Comisión y los ministros de economía evalúan si los estados miembros van por buen camino para alcanzar los objetivos presupuestarios a medio plazo, y para ello se basan en dos elementos: el análisis del saldo estructural y el valor de referencia del gasto.

En el anterior programa de estabilidad se preveía que España registrase tasas de crecimiento y de creación de empleo superiores a las esperadas para el conjunto de la zona euro, con un crecimiento del PIB para el 2019 del 2,2% (después rebajado al 2%), del 1,9% en el 2020 (actualizado al 1,6%) y del 1,8% en 2021 y 2022. El crecimiento del empleo debía mantener se por debajo del incremento del PIB, con tasas de variación del empleo equivalente a tiempo completo del 1,6% en el 2022. Aquellas previsiones quedaron barridas por el coronavirus.