La economía de la zona euro experimentó un crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre del año, una décima por encima de la expansión registrada en los tres primeros meses del 2017, mientras que en comparación con el mismo periodo del año pasado el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la eurozona fue del 2,2%, según la segunda estimación del dato publicado ayer por Eurostat.

España, con una expansión del 0,9% en el segundo trimestre, volvió a situarse entre las economías con mayor crecimiento intertrimestral de la zona euro, solo por detrás de Holanda (1,5%) y Letonia (1,3%) y al mismo nivel que Chipre y Austria. En el caso español, la subida fue también de una décima respecto al trimestre anterior. En términos interanuales, la economía española se incrementó en un 3,1%, tras el 3% del primer trimestre.

En este sentido, España también superó la media interanual de la eurozona (2,2%) y del conjunto del club comunitario (2,3%). No obstante, Rumanía (5,7%), Letonia (4,8%), la República Checa (4,5%), Polonia (4,4%), Lituania y Suecia (3,9%), Holanda (3,8%), Bulgaria y Hungría (3,6%), así como Chipre (3,5%) rebasaron los datos de crecimiento españoles.

OPTIMISMO EN BRUSELAS

La portavoz de la Comisión Europea) Annika Breidthardt afirmó en Twitter que las cifras anunciadas son «el indicador positivo más reciente del fuerte impulso del crecimiento». «El segundo trimestre del 2017 es el decimoséptimo trimestre de expansión del PIB; el tercer trimestre consecutivo de crecimiento del PIB igual o superior al 0,5% en la eurozona», dijo.

En el conjunto de la Unión Europea, el crecimiento del PIB en el segundo trimestre fue del 0,6%, frente al 0,5% del trimestre anterior, mientras que la evolución interanual alcanzó el 2,3%. De este modo, el crecimiento de la eurozona entre abril y junio iguala el ritmo de expansión registrado por la economía estadounidense (0,6%), aunque queda por debajo del 1% experimentado por Japón.

Entre los países de la Unión Europea cuyos datos estaban disponibles, la mayor expansión del PIB en el segundo trimestre correspondió a la República Checa (2,3%), por delante de Suecia (1,7%) y Rumanía (1,6%), mientras que la peor evolución del PIB se observó en Finlandia (-0,5%), Portugal (0,2%) y el Reino Unido (0,3%).

Por lo que al Reino Unido se refiere, en plena negociación del brexit logró un crecimiento del 0,3%, una décima más que el primer trimestre.

LIGERO RETROCESO EN ALEMANIA

Por su parte, la locomotora alemana experimentó un ligero retroceso en el crecimiento de su PIB, al pasar del 0,7% de los primeros tres meses al 0,6% entre abril y junio. Los principales impulsos para la economía alemana llegaron del interior: tanto el consumo de los hogares como el gasto público aumentaron notablemente.

También las inversiones crecieron respecto al primer trimestre, sobre todo en equipos y en construcción. Por el contrario, el crecimiento se vio frenado por la evolución en el exterior, debido a que las importaciones en términos reales aumentaron, según cálculos provisionales, con bastante más fuerza que las exportaciones. En términos interanuales, la economía alemana creció en el segundo trimestre del año un 0,8%, frente al 3,2% en los tres primeros meses de 2017.

Para el conjunto del año, la Comisión Europea (CE) pronosticó en el pasado mes de mayo un aumento del 1,9% en el producto interior bruto de la UE, mientras que para la eurozona sería del 1,7%.

Entonces, Bruselas hizo referencia a las dudas que generan las negociaciones sobre el brexit o las políticas económicas y comerciales de Estados Unidos, a las tensiones geopolíticas «en sentido amplio», al ajuste económico de China y a los aspectos derivados de la crisis financiera, como la «fragilidad de ciertos elementos del sector bancario».