El producto interior bruto (PIB) creció un 0,4% en la eurozona y en la Unión Europea (UE) durante el segundo trimestre del 2018, según una estimación con ajuste estacional publicada ayer por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. En el primer trimestre, el indicador había registrado un incremento del 0,4% tanto en los 28 miembros de la UE como en los 19 países comunitarios que comparten el euro como moneda.

En comparación con el segundo trimestre del 2017, el crecimiento del PIB de la zona euro fue del 2,2% en ambas zonas, lo que supone una desaceleración de tres décimas en el caso de la eurozona y de dos décimas para el conjunto de la UE.

ECONOMÍA ROBUSTA

La economía española experimentó en el segundo trimestre del 2018 una subida trimestral del 0,6%, una décima menos que en los tres meses anteriores, mientras que en términos interanuales la expansión fue del 2,7%, manteniendo así el mayor ritmo de crecimiento entre las grandes economías de la zona euro.

Los países que presentaron mayor incremento del PIB en el segundo trimestre fueron Rumanía (+1,4%), Eslovaquia y Suecia (+1% ambos), mientras que el crecimiento más débil correspondió a Francia e Italia (0,2%).

Aunque el dinamismo se ha ido moderando en los últimos trimestres, este representa el vigésimo primer mes de expansión económica consecutiva, según la Comisión Europea. Bruselas aseguró que la economía europea continúa beneficiándose de condiciones monetarias favorables, bajos costes financieros para empresas y Gobiernos, un buen estado del mercado laboral y altos niveles de confianza económica.

Al otro lado del océano Atlántico, y a modo de comparación, Estados Unidos cerró el trimestre con un alza del 1%, tras el 0,5% del trimestre anterior. En términos interanuales, la economía estadounidense creció asimismo un 2,8%.