El Grupo Planeta ha decidido consumar el traslado de su sede social a Madrid tras la intervención del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlament. El movimiento implica que el Consejo de Administración del grupo entiende que el Govern no ha dado el único paso posible para evitar su traslado, que habría sido una retirada clara de la declaración de independencia.

El Consejo de Administración del Grupo Planeta informó en una nota el pasado lunes que trasladaría su domicilio social a Madrid si se producía una declaración unilateral de independencia en Catalunya "ante la inseguridad jurídica que se produciría y para proteger los intereses de sus accionistas, empleados y del proyecto empresarial".

El traslado del domicilio social, apuntaba la nota del primer grupo de edición en lengua española, fundado en Barcelona y con sede en la Diagonal de la capital catalana, "no comporta movimiento de empleados ya que el grupo cuenta con sedes operativas en diversas ciudades de España".