El Seat Ibiza dejará de fabricarse tan pronto como sea posible en Eslovaquia y la parte de producción que se trasladó a ese país será devuelta a la planta de Martorell, según ha anunciado el presidente de la filial de Volkswagen, Andreas Schleef.

En declaraciones adelantadas ayer que publicará mañana la revista alemana Automobilwoche, Schleef señaló que para devolver la producción del 10% de este modelo a Martorell, Seat ha solicitado un estudio a la división de planificación de la casa matriz.

Según los datos de la propia filial española, devolver a Martorell la fabricación de estos 20.000 coches anuales del modelo Ibiza supone un ahorro anual de 10 millones de euros (1.664 millones de pesetas) al año para el grupo Volkswagen gracias a la menor utilización de personal y a los menores costes logísticos.

Según la revista alemana, Schleef comentó: "Ahora tenemos la posibilidad de producir el Ibiza completamente en Martorell", tras la firma del convenio colectivo en Seat, más flexible. El nuevo convenio prevé una jornada laboral teórica de seis días, con turnos que cubren las 24 horas. Los costes laborales de la planta son un 20% más bajos que los de las fábricas alemanas.

Tras la firma del convenio colectivo de Seat para los próximos cinco años, el propio vicepresidente de Recursos Humanos de Seat, Ramón Paredes, consideró, en junio pasado, que se había impuesto "el clima propicio" para el retorno del Ibiza.

Desde entonces, la dirección de Seat y los sindicatos han hecho causa común para que se produzca cuanto antes el regreso del Ibiza, el más vendido de la filial española, ya que se considera fundamental para garantizar el futuro de la factoría y de toda la empresa, que emplea a 13.000 trabajadores.