Los trabajadores de la planta zaragozana de Pikolín realizarán paros si la dirección de la compañía vuelve a utilizar la jornada irregular. Así lo decidió ayer la plantilla en una votación que se resolvió con un 52,43% a favor (participó el 86% de los afectados por esta medida).

Los trabajadores consideran que la jornada irregular «supone un atentado contra la conciliación de la vida laboral y familiar, que aumenta el riesgo de accidente y de enfermedad», pero sobre todo se posicionan en contra porque «destruye empleo, puesto que cada hora de más que se realiza va contra la creación de este», argumenta en un comunicado el comité de empresa de Pikolín.

Esta misma nota recuerda que los trabajadores de la empresa siempre han mostrado su profundo desacuerdo con la distribución irregular de la jornada, que fue ampliada en la última reforma laboral.

El comité no concretó ayer un calendario específico de movilizaciones pero sí que aseguró que realizarán paros de dos horas durante dos semanas si la empresa vuelve a utilizar la jornada irregular y, si la compañía no se compromete por escrito a no utilizar más este tipo de jornada de trabajo, a la tercera semana pararán un día completo hasta que se cumpla ese compromiso.

Además de esta reivindicación, el resultado de la votación de ayer «recoge el malestar generalizado de la plantilla» debido a la manera en la que «se ha realizado el traslado a las nuevas instalaciones», ya que «la empresa ha primado la puesta en marcha de la producción frente a cuestiones sociales y de prevención de riesgos», según recoge el comunicado emitido ayer por el comité.

En el 2013, Pikolín aplicó la reforma laboral en la distribución irregular de la jornada hasta el máximo que permite, un 10%, por lo que la plantilla comenzó a trabajar 171,2 horas menos en febrero y que recuperaba en verano.