La inquietud sigue instalada en los centros de trabajo que Unipost tiene en Aragón. Si no aparece pronto un comprador que salve al operador postal de una más que probable liquidación, el futuro de los cerca de 250 trabajadores de la comunidad pende de un hilo muy fino. De hecho, la compañía ya ha presentado un ERE de extinción para sus 2.400 empleados en España tras entrar en concurso de acreedores el pasado mes de julio.

Por eso, el comité de empresa exige al Gobierno que favorezca la compra de Unipost por parte de otra compañía. Así lo reclamaron ayer medio centener de trabajadores en una concentración celebrada frente a la Delegación del Gobierno en la plaza del Pilar. «Hacienda es el mayor acreedor de la compañía, así que el Ejecutivo es el principal interesado en encontrar un comprador», destacó ayer Yolanda Callejo, delegada de CCOO en Zaragoza.

La compañía, que acumula una deuda de casi 50 millones de euros, confía en poder alargar su actividad hasta el mes de mayo (ha establecido una primera fase de 559 despidos en diciembre), pero sus problemas de liquidez se lo van a poner difícil. De hecho, los trabajadores aragoneses solo han cobrado media nómina de octubre y esperan recibir el resto en los próximos días. «Cuando se queden sin recursos liquidarán la firma y ya está», indicó Callejo, que apuntó que el periodo de consultas finaliza el 17 de noviembre.

Según CCOO, 2.400 familias directas y casi 2.000 indirectas dependen de Unipost y hay 320 empresas dependientes de su red.