Pocos pueden imaginar que en millones de enchufes, conexiones eléctricas, productos de menaje para el hogar, fijaciones de esquís, carros de supermercados o piezas para coches hay plástico de alta tecnología fabricado en Huesca. Pues así es. La producción de granulados cilíndricos, denominados granzas, de Bada Hispanaplast viajan a un buen número de países en todo el mundo para que sus clientes fabriquen sus propios trajes a medida tras el proceso tecnológico al que han sido sometidos en la planta oscense.

Tanto es así, que el 40% de los 10 millones de toneladas que produce anualmente esta empresa se vende fuera de España, con el continente europeo como claro referente exportador. Túnez, Argelia, Marruecos, Sudáfrica, Turquía, China, Brasil o México también forman parte de la nómina de destinos destacados de este producto que se suministra a las principales marcas de automoción, electrodomésticos, electrónica, deporte, ocio, construcción, menaje y mobiliario de esos países. Uno de los retos a medio plazo de Bada es vender más del 50% de la facturación (en el 2013 rondó los 25 millones de euros) fuera de España.

Con 48 empleados y unas perspectivas de crecimiento del 10% para este 2014, la factoría de Bada Hispanaplast en Huesca se ha convertido en uno de los referentes del sector. Pero para llegar hasta donde está ahora, todo el equipo humano de la compañía ha tenido que hacer un importante esfuerzo desde que en el año 2008 creó el departamento de exportación. "Hasta el 2010 no comenzamos a ver con nitidez los resultados de esta apuesta, pero sabíamos que era vital", subraya su director comercial, José María Viñuales. El responsable de exportación de la factoría, David Sánchez señala al respecto que "hemos crecido más rápido de lo previsto".

Una de las ventajas competitivas con las que cuenta Bada en Huesca es su calidad y su flexibilidad para adaptarse a cualquier cliente. Tanto es así que la producción de termoplásticos de alta calidad --elaborados a partir de su laboratorio-- ofrece una gama de más de 3.000 colores diferentes. Hoy es una empresa ya consolidada en el sector con importante presencia en ferias como K'Exhibition (Dusseldorf), Feiplastic (Brasil), Plast (Milán), FIP (Lyon) o Expoquimia (Barcelona).

Los orígenes

Pero los comienzos de Bada Hispanaplast en Huesca se remontan al año 2007. Fue entonces cuando esta compañía de origen germano --la sede central se encuentra en Bühl (suroeste de Alemania)-- realizó una inversión de 4 millones de euros y cimentó su actual planta en España, que contaba con 2.700 metros caudrados, un laboratorio y un área de producción equipados con las más modernas tecnologías del sector. El número de trabajadores era 17 y hoy rozan los 50. En mayo del 2013 realizaron una ampliación de la fábrica.

Durante este tiempo la relación con la matriz alemana se ha consolidado, ya que el espíritu germano ha calado en la factoría de Huesca, pero en Alemania también se han imbuído del espíritu empresarial español. "Ellos se han españolizado un poco y nosostros nos hemos germanizado. Ha sido positivo para ambos", subraya Sánchez.

La elección de Huesca por parte de los inversores alemanes se cimentó en la situación estratégica, ya que la factoría se encuentra en el centro de los principales mercados nacionales (Cataluña, País Vasco, Aragón y la zona de Levante). Una ubicación que se ha visto potenciada en los últimos años por la realización de nuevas infraestructuras como la autovía que conecta Pamplona Huesca y Lérida.

Otro de los objetivos de Bada era hacerse fuerte en el Sureste de Europa y poder exportar a países de Latinoamérica y al norte de África.

Pasos firmes

La experiencia de estos años ha servido a Bada Hispanaplast Huesca para aprender a exportar de forma eficiente. Tanto Sánchez como Viñuales subrayan que quien quiera lanzarse a la aventura de la internacionalización debe dar "pasos firmes y decididos", porque de lo contrario la aventura puede convertirse en un calvario. También aconsejan que una parte del equipo humano del potencial exportador se dedique "en exclusiva" a vender fuera de España.

En Bada lo hacen mediante tres fórmulas diferentes: con un distribuidor, con un agente comercial libre o con empleados de la propia empresa. Pero lo primordial, apuntan ambos, es "encontrar el socio adecuado y el distribuidor perfecto".

Otra de las recomendaciones es que se fijen objetivos claros y que la empresa que quiera exportar cuente ya con un producto consolidado, así como acudir a las Cámaras de Comercio y a Aragón Exterior (Arex) para recibir asesoramiento y apoyo.

El ritmo de producción de la factoría de Bada en Huesca es de 24 horas al día, cinco días a la semana y en tres turnos. En el proceso productivo trabajan unas 30 personas. El mayor coste para esta factoría procede de la materia prima, porque llega de grandes productores de polímeros a nivel mundial. Una vez en la fábrica, es procesado mediante extrusión, añadiéndole cargas, aditivos, colorantes, entre otros, según necesidad del cliente. Otro coste importante es el energético ya que en los últimos años han crecido en exceso por la subida del precio de la energía, lo que limita el poder competir con garantías en los mercados.