Si bien tanto administración como empresas suelen pagar más tarde de lo que deben la ley establece un plazo de 30 y 60 días, respectivamente, que pocas veces se cumple-, en el último año ha habido un empeoramiento de los plazos después de casi diez años de leves mejoras. Así, en el 2018 el plazo medio de pago aumentó en 3 días en el sector público, pasando de los 65 a los 68 días, y en 4 días en el sector privado, pasando de los 77 a los 81.

Esta es una de las conclusiones que pone de manifiesto el 'Informe sobre la Morosidad: Estudio Plazos de Pago en España 2018', presentado este lunes la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), en el que se aprecia que el ratio de morosidad (porcentaje de impagos respecto al total de facturación) aumentó un 0,5 puntos porcentuales respecto a 2017 hasta situarse en el 2,9%. "En el momento en que esta ratio se eleva, empezaremos a ver quiebras", advirtió en un encuentro con medios el presidente de la PMcM, Antoni Cañete.

Qué tipo de empresas no pagan? Según el estudio, elaborado a partir de 700 encuestas a organizaciones, el 59% de los encuestados asegura que quienes más tardan en pagar son las grandes empresas (facturación superior a los 50 millones). De hecho, el 81% de las grandes empresas cumplen la ley y pagan más tarde de los 60 días que deben, frente al 58% de pymes.

El principal motivo de los escasos pagos en tiempo en las grandes empresas lo sitúa Cañete en la pérdida de los márgenes que ha hecho a las empresas hacer uso de su posición de dominio a través de la reducción de márgenes por la vía financiera, es decir, utilizando a los proveedores para financiarse. Una situación que le recuerda al presidente de la PMcM salvando las distancias- a los acontecido en 2007. "Una de cada tres empresas que cerró en la crisis lo hizo por culpa de la morosidad. No decimos que estemos en crisis, sino que las cosas no van tan bien y debemos gestionarlo", aseguró Cañete que volvió a insistir en la necesidad de un régimen sancionador.