Entre las exigencias realizadas recientemente por la Comisión Europea a España se advertía sobre los avances limitados en la nueva estructura de gobernanza sobre licitaciones públicas. Podría parecer un tema menor, pero no lo es. Un reciente informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcula que si se hubiesen utilizado procedimientos abiertos, los que permiten mayor competencia, en todas las licitaciones del sector público registradas, el coste de la contratación pública habría sido menor, unos 1.771 millones de euros menos, en el periodo 2012-2016, prácticamente el 10% del importe total. Pero añade que los contratos incluidos en el registro del sector público solo equivalen al 2% del PIB, cuando tanto las estimaciones de la OCDE como de otros organismos calculan que la contratación pública en España alcanza casi el 20% del PIB.

Por ello, la CNMC concluye que en realidad sus cálculos hipotéticos de ahorro para el erario con una contratación con mayor competencia y concurrencia «son del orden de cinco veces inferiores a los valores reales». Lo que traducido en cifras equivale a decir que entre el 2012 y el 2017 España se podría haber ahorrado 8.855 millones de euros solamente realizando contratos con la máxima competencia que permite la legislación.

MÁS DE 36.000 OPERACIONES

La CNMC llega a sus cálculos tras analizar más de 36.000 contratos de la Administración central y constatar la dificultad para acceder a los datos de las administraciones autonómicas y locales. Y extrapola las conclusiones de su estudio al conjunto del sector público. Según el informe, hay «poca competencia en los aprovisionamientos públicos». Por ejemplo, cita que son muy frecuentes las licitaciones con pocos participantes: en casi el 24% de los contratos estatales hay un único participante y en el 65% de los contratos solo hay tres o menos participantes. Son cifras que sitúan a España en la cola respecto a los países de la UE. Y tienen sus efectos a la hora de contratar: en los procedimientos abiertos en los que ha habido siete participantes se han logrado de media contratos con una baja ganadora del 17%. Mientras que en el otro extremo, los negociados sin publicidad y con menos de tres participantes de media, la baja se queda en el 8%.

DIFERENTES AHORROS

La conclusión de la CNMC es la siguiente: «La Administración paga de media casi el 10% menos en los contratos en los que utiliza el procedimiento abierto respecto a aquellos en los que utiliza procedimientos no abiertos (negociados, restringidos y diálogos) y la participación de una empresa supone una reducción del precio del contrato del 2%». De todos modos, el ahorro varía también según el tipo de contratos: de media llega al 13% en el caso de las obras; al 7%, en los de servicios, y cae al 1,5% en los de suministros.

El análisis advierte de la elevada frecuencia de licitaciones a las que concurren pocos participantes, hasta el extremo de que «en casi el 34% de los contratos hay un único participante». Una de las curiosidades del informe es la lista con los órganos de contratación que tienen más contratos de este tipo. Destacan en estos casos el Ejército de Tierra (18% de todos sus contratos), el Ejército del Aire (7,2%) y la Armada (5,1%).

Hay un elevado uso de contratos que se sitúan a pocos miles de euros del umbral en el que aún no era obligatorio dar más publicidad y concurrencia al proceso. En el periodo analizado se permitía acudir a procedimientos negociados sin la publicación previa del anuncio de licitación en los casos de contratos de servicios que no superasen los 60.000 euros, y en los contratos de obras que no pasaran de 200.000 euros. Y pese al ahorro que habrían obtenido las administraciones de utilizar el procedimiento abierto, el 100% de los contratos cuyas cuantías se situaron entre los 59.500 y los 60.000 euros se asignaron sin publicidad, y el 70% de los contratos entre los 199.500 y los 200.000 euros, también. Posiblemente, las administraciones prefirieron apurar al máximo para contratar a empresas más próximas, en lugar de ampliar la concurrencia y lograr contratos más baratos.