Los autónomos que tengan trabajadores a su cargo y que hayan llegado a la edad legal de jubilación, que ahora va aumentando hasta los 67 años, podrán cobrar la pensión y seguir trabajando. Para los autónomos que no tengan ningún empleado, se prevé que puedan seguir trabajando y percibir el 50% de la pensión. Además, se permitirá que los trabajadores por cuenta propia puedan cambiar hasta cuatro veces en un año su base de cotización.