El rescate del Popular va mucho más allá del euro que el Santander pagó por el banco. El grupo ha realizado un saneamiento del balance de su nueva filial de 12.400 millones para que vuelva a estar en «condiciones operativas normales». La entidad adquirida, que perdió 137 millones hasta marzo, cierra así el primer semestre con unos 12.000 millones de números rojos, los segundos mayores de una empresa española tras los de Bankia del 2012 (19.056 millones).

El Popular contaba con 12.200 millones de recursos propios, contra los que el Santander ha cargado 7.200 millones en provisiones para afrontar pérdidas futuras, 4.500 millones en ajustes del valor de activos (de los que 2.000 millones responden a que solo podrá usar 3.000 de los 5.000 millones que tenía en derechos al menor pago futuro de impuestos) y 700 millones por la devolución de la inversión a parte de los accionistas y acreedores del Popular.

El banco adquirido ha entrado en el grupo con un capital negativo del -4,9%, lo que ha provocado que la solvencia del Santander haya bajado al 9,58% en junio. Para evitar la quiebra del Popular, aprobó este jueves inyectarle 6.880 millones gracias a la ampliación de capital de 7.072 millones que acaba de cerrar, lo que le va a permitir recuperar el capital del 10,72% que tenía antes de integrarlo.

La morosidad del grupo ha subido del 3,55% al 5,37% después de que el Santander elevase del 14,91% al 20% la del Popular al aplicar unos «criterios más estrictos» de los que empleaba. La filial perdió 20.000 millones en depósitos en el primer semestre, de los que ha recuperado 6.500 millones desde su intervención, que se suman a los 13.000 que le inyectó el Santander. El grupo tiene previsto emprender en tres o cuatro meses el ajuste en la plantilla de los servicios centrales del Popular y en 18 a 24 meses, el de las oficinas.

Pese a todo ello, el Santander ganó 3.616 millones hasta junio, el 24% más, por la mejora de los ingresos y a la ausencia de extraordinarios negativos. El Popular le aportó 11 millones (sus pérdidas no aparecen en las cuentas porque contablemente incurrió en ellas antes de formar parte del grupo). En España, ganó 574 millones, el 22% más, por los menores gastos y provisiones y la caída de la pérdida inmobiliaria.