El Secretario General Técnico del Departamento de Medio Ambiente, Luis Marruedo, el Consejero de Agricultura y Alimentación, Gonzalo Arguilé, y el secretario general de UAGA-COAG, Javier Sánchez, presentaron ayer, como todos los años, el Anuario Agrario del sindicato, que recoge, entre otras cosas, análisis de estructuras agrarias, estadísticas, temas de seguridad alimentaria y artículos de opinión de diferentes personalidades.

Javier Sánchez explicó que el 2003 comenzó con el desbordamiento del río Ebro, pero estuvo marcado principalmente por la aprobación de la reforma de la PAC y la movilización que este hecho originó, ya que, según el secretario general "genera inseguridad en el agricultor y lleva a una política de precios bajos mientras que los costes de producción siguen subiendo".

En cuanto a los resultados del sector, Sánchez destacó la bajada de los precios en la leche, el vino y el porcino, frente al gran año de los cereales, que se vieron favorecidos por la ola de calor. Las previsiones para este año se presentan positivas, ya que la primavera ha sido muy lluviosa, especialmente en el valle del Ebro, pero el problema será que los precios bajarán. En ganadería, se espera que el sector porcino mejore su producción con respecto al año anterior y hay preocupación por el vacuno.

El secretario señaló que la agricultura es el motor socioeconómico de muchos pueblos y por ello es importante "transmitir a la sociedad civil que se juega en esto tanto como los agricultores". Sánchez también aprovechó la ocasión para criticar la reforma de la PAC, que "no tiene legitimidad social, ambiental ni internacional" y que es "la reforma más absurda que se ha hecho nunca".

Por su parte, el consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, explicó que el Gobierno de Aragón acepta el desacoplamiento total "porque si no lo hacemos, lo que conseguimos es que los agricultores y los ganaderos pierdan dinero" e invitó al sindicato a cambiar su postura, contraria en este tema. El consejero también quiso dejar claro que "los agricultores no quieren vivir de subvenciones, sino de su trabajo, pero con eso no les llega y necesitan ayudas".

Finalmente, el sindicato agrario se planteó como objetivos primordiales acabar con la reforma de la PAC y trabajar para conseguir una política agraria propia para Aragón, "de calidad, de seguridad alimentaria y a favor del cooperativismo y del asociacionismo", señaló Sánchez.