Los descalabros inmobiliarios de CAI no han sido una excepción en la carrera inmobiliaria de la entidad en los años de bonanza. Los fiascos en el sur son quizá los más conocidos por la ruptura de negocios con su exsocio en esa comunidad, Ramón Marrero, por cuya gestión ha sido llevado a los tribunales, al igual que el exdirector de la misma, Tomás García Montes. Pese a las muchas operaciones bajo sospecha, las Cortes no han creído necesario hasta ahora la creación de una comisión de investigación que ponga luz sobre estos hechos.