El precio de la vivienda terminada (nueva y usada) aumentó un 3,6% en enero en relación al mismo mes del año pasado, hasta alcanzar niveles de junio del 2013, si bien acumula un descenso del 38,3% desde los máximos alcanzados en el año 2007, según el índice Tinsa IMIE. Los mayores incrementos interanuales registrados en enero en el precio de la vivienda se dieron en las capitales y grandes ciudades, con un aumento del 5,1% respecto a enero del 2017, y en Baleares y Canarias, donde subieron un 4,1% interanual.

Tinsa subrayó ayer que el mercado residencial mantuvo en enero el crecimiento moderado de los precios, con «mayor intensidad» en las islas y las grandes ciudades. Por su parte, los precios crecieron en enero un 3,2% interanual en las áreas metropolitanas; un 3% en la costa mediterránea, y un 0,9% en el resto de municipios.

Según la tasadora, pese a que el precio medio de la vivienda en España ha recuperado un 7,6% de su valor desde el mínimo que tocó en la crisis, todavía está un 38,3% por debajo de los máximos alcanzados en 2007. El ajuste acumulado desde máximos supera la media nacional en la costa mediterránea (-47%), en las áreas metropolitanas (-43,3%) y en las capitales y grandes ciudades (-39,7%).

La menor variación correspondió a las poblaciones más pequeñas agrupadas en resto de municipios, donde el ajuste acumulado es del 36,2%, destaca Tinsa.