Cada uno de los 4.050 prejubilados de Izar costará al Estado una media de 320.000 euros o, lo que es lo mismo, 24.600 euros cada ejercicio durante 13 años. Esta cifra responde a una primera valoración del Gobierno, para la que ha dispuesto partidas presupuestarias. Pero las mejoras que acumulen en sus remuneraciones los trabajadores afectados desde los 52 hasta los 65 años podrían elevar mucho la cifra final.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) presentó ayer ante el Ministerio de Trabajo los expedientes de regulación de empleo de los 11 centros que componen el grupo. Este expediente prevé bajas voluntarias incentivadas y prejubilaciones obligatorias para los trabajadores nacidos antes del 31 de diciembre de 1952. Deberán demostrar una antigüedad mínima de cinco años en la empresa.

Cada trabajador cobrará el 76% de su sueldo bruto hasta alcanzar los 65 años aunque los sindicatos y la SEPI deberán pactar los conceptos de la nómina que se tendrán en cuenta. Además, la sociedad estatal se compromete a revalorizar cada año las prejubilaciones según la inflación real para que los trabajadores pierdan poder adquisitivo. Junto a ello, cada prejubilado seguirá consolidando en su nómina los pluses por antigüedad hasta los 65 años.